Las peregrinadas de Perelló

Por Erenesto Funesto Mondragón

La diarrea verbal de Marcelino Perelló Valls, en su ya cancelado programa radiofónico Sentido Contrario, demuestra algunas cosas que ya estaban ahí, desde hace tiempo, a la vista y los oídos de todos y que, circunstancialmente, salen a la luz pública apenas hace unas horas:

La pésima calidad editorial de Radio UNAM

Marcelino Perelló todavía tuvo el lujo de transmitir su programa semanal el martes 4 de abril. Es decir, los productores y directivos de la radiodifusora universitaria: o no escucharon lo que el matemático excretó sobre el micrófono el 28 de marzo, o lo escucharon y mostraron una criminal indiferencia, o, peor aún, lo escucharon, estuvieron de acuerdo con sus declaraciones y tácitamente lo respaldaron.

 

Bajísima audiencia de Radio UNAM

Si Reporte Índigo no hubiera publicado en las primeras horas de este 7 de abril el audio del programa transmitido hace 10 días, Perelló seguramente todavía sería locutor de Radio UNAM. Por lo que su despido es un mero control de daños, un deslinde oportunista ante un evento indefendible. Un “usted disculpe” de dientes para afuera. O ni siquiera eso.

En su comunicado, en ningún momento Radio UNAM pide disculpas a su audiencia, ni a la comunidad universitaria (de la cual, por cierto, más de la mitad son mujeres) por las muy particulares opiniones de Perelló. Es entendible que en cualquier medio de comunicación, la libertad de expresión desvincula la opinión de los colaboradores de su casa editorial. Eso permite la pluralidad de opiniones y enriquece cualquier ejercicio de comunicación.

No obstante, por elemental sensibilidad, Radio UNAM debería de hacer explícita esa disculpa si es que afirma su compromiso “a favor de la equidad y contra la violencia de género.”

Marcelino Perelló Valls, conduciendo su progromara "Sentido Contrario"
Marcelino Perelló Valls, conduciendo su progromara “Sentido Contrario”

 

Pésima gestión en Radio UNAM

Si las sandeces de Perelló pasaron inadvertidas durante 10 días, significa que: o muy pocas personas escuchan Radio UNAM, o muy pocas personas escuchaban el programucho de dicho personaje.

En cualquiera de ambas situaciones ¿por qué la radiodifusora de la universidad más importante del país tiene una audiencia mínima? ¿Acaso no se le promociona como es debido? ¿Acaso sus contenidos son tan poco atractivos que muy pocas personas los sintonizan? ¿Por qué Radio UNAM contrata y remunera económicamente, invirtiendo valiosos y escasos recursos públicos, a un señor por un programa que nadie escucha?

O en Radio UNAM existe un compadrazgo cuasi caciquil, o el personal que lo administra lo hace con criterios de calidad harto cuestionables.

 

El machismo que diario se hace presente

Algunos sujetos defenderán a Marcelino Perelló argumentando la libertad de expresión. Nadie puede (y si se pudiera, nadie debería) meterse en la cabeza de ninguna persona y modificarle sus pensamientos, para que cuadren con los nuestros. Aquí yo debería escribir que, por muy particulares que sean los pensamientos y las opiniones de Perelló Valls, son suyas y está en su legítimo derecho de expresarlas y defenderlas. Pero no.

Debido a que el señor hizo un acto casi criminal. En la realidad actual de nuestro país donde los feminicidios son una emergencia nacional no reconocida por las autoridades; donde en cualquier situación (un acoso, un accidente, un asesinato, una violación) en que las mujeres son agredidas, la sociedad las revictimiza o las convierte en victimarias simplemente por ser mujeres; en donde el feminismo se ha vuelto “odioso” porque incomoda, señala y combate el machismo exacerbado que se disfraza como “mi humilde opinión” o “libertad de expresión”, en este país, las declaraciones de Marcelino Perelló no son, ni por error, casuales, ni inofensivas, ni desatinos de un viejo que ya está chocheando.

Perelló hizo una apología del machismo, una apología de la violación. Con el agravante de utilizar la tribuna radiofónica de la Máxima Casa de Estudios del país. Independientemente de si lo escucharon muchos o pocos en vivo, no se puede hacer un uso tan irresponsable, tan criminal de los micrófonos del canal informativo que sea. Menos aún en la situación que atravesamos.

Boletín de prensa de Radio UNAM
Boletín de prensa de Radio UNAM

Lo más preocupante del asunto, es que Perelló sólo es la muestra, un ejemplo verificable del académico izquierdoso y machista que pulula en las aulas universitarias, de la UNAM y de todas las instituciones de educación superior del país. Y no sólo los académicos piensan y actúan como este catedrático de la Facultad de Ciencias de la UNAM. Miles, quizá millones de hombres (y mujeres), de las más diversas profesiones, de las más diversas clases sociales, comulgan con Perelló.

Si la UNAM dice estar en contra de la violencia de género, y se asume como una institución con perspectiva de género al contar con su Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG), que constantemente realiza campañas de prevención de violencia contra la mujer y por la equidad y la perspectiva de género, e incluso se suma a campañas efectistas como #HeForShe, debería tomar cartas en el asunto y rescindir el contrato que vincula a Marcelino Perelló Valls con la Facultad de Ciencias.

Esto, no como un vil revanchismo, sino como el primer paso para erradicar definitivamente el machismo de las aulas y espacios universitarios. De lo contrario, si Marcelino Perelló conserva su cátedra, si no se le sanciona, se estará enviando un mensaje de impunidad muy preocupante y se estaría reafirmando que el comunicado de Radio UNAM sólo fue una pantomima para quitarse presión de encima.

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