Este viernes 26 de septiembre a las 11:00 horas, se llevó a cabo la Mesa Redonda, “68: Vivencias de otros protagonistas de la FCPyS-UNAM”, en la sala Fernando Benítez de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. En donde participaron: el Doctor Ramiro Carrillo Landeros, el Doctor Raúl Rojas Soriano, el Candidato a Doctor Felipe de J. Galván Rodríguez, el Maestro Erwin Rodríguez Díaz y como moderador el profesor Octavio Aristeo López.
El evento fue organizado para darle voz a personajes del Movimiento Estudiantil de 1968, que han escrito, analizado, discutido o compartido sobres sus vivencias, experiencias e ideales de uno de los sucesos más importantes de la historia en México. Que a pesar de los años, sigue siendo enigmático y se continúan reconstruyendo los hechos, con las diferentes versiones de las y los actores políticos y sobrevivientes de la represión por parte del gobierno del entonces presidente, Gustavo Díaz Ordaz; quienes aún recuerdan con dolor e indignación la masacre del 2 de octubre, en la Plaza de las Tres Cultura en Tlatelolco.
La sala Fernando Benítez de la facultad se llenó de estudiantes y académicos de la institución, quienes no dejaron de aplaudir y agradecer a los ponentes por su participación en la mesa redonda y por ser “ejemplo a seguir”, para los universitarios de la máxima casa de estudios.
El Maestro Erwin Rodríguez Díaz comentó que durante el movimiento los medios de difusión crearon un clima de linchamiento hacia los jóvenes, pues “teníamos fama de vándalos y saqueadores de tiendas”; además se corría el rumor de que recibían dinero de Cuba y la Unión Soviética. Ante lo cual expresó al público: “Yo no sé si ustedes crean que la prensa es un elemento de libertad, yo tengo mis dudas. Para empezar son negocios o ¿no? Si hay un periodista acá, pues que diga que no es cierto”.
Por su parte, el candidato a Doctor Felipe de J. Galván comentó que el movimiento del 68 fue libertario y sigue vivo: “porque transformamos a este país” y hubo un convencimiento de la gente hacia la organización. En donde se ejercía la democracia participativa, no representativa, pues “nosotros decidíamos qué hacer o acordábamos qué hacer, por eso todos íbamos a marchas, asambleas y nos conformábamos en brigadas”.
En dicho acto académico el Doctor Raúl Rojas Soriano presentó su más reciente obra: “Aspectos humanos en el Movimiento Estudiantil Mexicano de 1968. Memorias de un brigadista”, la cual fue publicada ese mismo día en su página electrónica: www.raulrojassoriano.com y puede ser descargada de manera gratuita.
“Algo que me dejó el 68 fue ir en contra de muchas cosas autoritarias y una de ellas es que estamos subiendo los libros, algunos sin permisos de las editoriales, espero demandas […] pero los libros son de quienes los leen” y por eso “hay que llevar el conocimiento a todas partes”, comentó al referirse a sus obras.
Por otra parte, precisó que el Movimiento Estudiantil de 1968 no terminó el 2 de octubre, pues hubo una manifestación el 13 de diciembre del mismo año, de la cual pocos libros hacen referencia. El rector Barros Sierra señaló “que fue una provocación y nunca salió esa marcha” de Ciudad Universitaria, “gracias a un grupo de jóvenes sensatos”. Declaración en donde Rojas Soriano difiere, pues él fue participante y relató en el evento un poco de lo que sucedió:
“Parecía que estábamos viviendo una película. Los soldados en traje de combate recargados en los árboles que estaban por todo Insurgentes, frente a Rectoría con las tanquetas, acostados con los fusiles en posición de ataque y de los cinco mil que estábamos sólo marchamos mil, por nuestros ideales no por provocación”.
El doctor expresó varias de sus experiencias y finalizó diciendo: “En un país capitalista, la universidad es la conciencia crítica de una nación y esto no conviene a muchos intereses. El 68 no sólo ha marcado la vida de quienes lo vivieron, sino, sigue marcando la de muchos jóvenes que marchan y participan, que quieren un mundo mejor”.
Por su parte, el Dr. Ramiro Carrillo Landeros relató cómo eran los recorridos durante las marchas, con las consignas populares creadas por el movimiento, por ejemplo: “¡Únete pueblo, únete pueblo! y ¡El pueblo unido jamás será vencido!” para invitar a la gente a sumarse a la protesta. En cuanto al contexto que se vivía en aquel entonces: “¡No queremos Olimpiadas, queremos revolución! y ¡Olimpiadas de hambre, Díaz Ordaz mingas a tu madre!” Para los medios de información, el Universal y El Reforma: “¡Prensa vendida, prensa vendida!”; y para el presidente en el zócalo: “¡Hocicón sal al balcón! y ¡Chango asesino, Díaz Ordaz!”
“Hasta la fecha esas arengas, que con nuestra musicalidad, desparpajo y rebeldía, esta idea sacrosanta de la autoridad, la derribamos, la desvanecimos y así salíamos”, comentó. Además recuerda que unos estudiantes de la UNAM, le dijeron a “un espurio y nefasto” profesor de comunicación, Jacobo Zabludovsky, que: “no se volviera a parar en la facultad. Yo estaba en esa comisión”.
El profesor Octavio Aristeo López dijo: “nosotros como académicos de Ciencias Políticas debemos difundir el conocimiento de hechos y aquí no me dejarán mentir dos especialistas en metodología, los doctores Carrillo Landeros y Rojas Soriano, que nuestro compromiso es buscar la verificabilidad, la veracidad de los hechos”.
Concluyó hablando sobre la vida y la muerte, un tema “complicado, porque es meternos al área de los duelos, de la nostalgia de ese dolor que causó el movimiento del 68. Pero las mentiras han sido consideradas como herramientas necesarias y legítimas, no sólo del oficio del político o del demagogo, sino también del oficio de los hombre del Estado. Por ello es importante analizar el Movimiento Estudiantil de 1968, no hacerlo es la renuncia al pensamiento e irresponsabilidad académica, se deben buscar nuevas preguntas, descifrar el discurso y situar los riesgos políticos que ocasionan estos movimientos”.
El evento terminó con la sesión de preguntas y respuestas, entre aplausos y fotografías que los estudiantes pedían a los ponentes, así como con el comentario de un joven: “Para mí es un orgullo ser universitario, ser de la UNAM, pero más orgullo me da ser de una casa, donde los pilares que más la engrandecen son hombres valientes, cultos y críticos, por eso es un gran honor estar frente alguno de ellos”, por lo cual pidió aplausos para los “otros protagonistas del 68”: Doctor Ramiro Carrillo Landeros, el Doctor Raúl Rojas Soriano, el Candidato a Doctor Felipe de J. Galván Rodríguez y el Maestro Erwin Rodríguez Díaz.