En una de las delegaciones más conflictivas de la Ciudad de México, la Escuela Itinerante de Música “Expresión y Arte Aragón” lleva a cabo, desde 2008 actividades lúdicas en la Plaza Cívica de la Col. Pradera de la Delegación Gustavo A. Madero.
Rosalba Cruz López, es una de las maestras de música que al lado de Joss Méndez y José Luis Méndez Pérez inició con este proyecto: “Queríamos alcanzar a la población que por cuestiones económicas o que por vivir en zonas retiradas de los centros culturales clásicos no tenían la oportunidad de acercarse a la música o a la creación artística”, comenta.
“Queríamos acercarnos sobre todo a las familias de más bajos recursos” abunda. “Ha sido un camino muy largo. Al inicio contábamos únicamente con algunos bancos y un pizarrón y solamente podíamos recibir a las niñas y niños que contaban con algún instrumento musical”.
Conforme fueron desarrollando sus actividades y los alumnos y vecinos empezaron a comentar sobre esa opción para aprender música, la demanda de niñas y niños que no contaban con un instrumento musical aumentó de manera drástica.
“Al ver que teníamos tantos niños sin instrumentos musicales y darnos cuenta que nos habíamos convertido en una opción auténtica, nos percatamos de que no podíamos rechazarlos por la falta de instrumentos. Fue así que surgió la idea de un coro infantil, pues todos, niñas y niños, tienen la capacidad de aprender a cantar, pues en esencia ya lo hacen de manera natural”.
Rosalba Cruz cambia su mirada por un instante. Seria, comenta que fue en ese momento en que se dieron a la tarea de buscar financiamiento para conseguir instrumentos musicales. Mientras tanto trabajaron de manera transversal con otra de las preocupaciones y grandes pasiones de todos los integrantes del proyecto: la prevención de la violencia. “Se pretendía que con los contenidos de las canciones las y los niños reflexionaran sobre temas relacionados con la violencia de género, el racismo y la homofobia”, comenta.
¿Usan alguna metodología específica para enseñar a cantar a los niños? ¿Cómo le hacen para seleccionar o elegir las canciones que van a presentar?, se le pregunta.
“Expresión y Arte Aragón aplica la metodología basada en la narración oral y en la transmisión del conocimiento con la palabra. De esta forma, los niños y niñas cuentan historias para reflexionar ante el entorno cotidiano. A partir de este trabajo reflexivo y su respectiva profundización se eligen las canciones para montar”, responde.
Con un trabajo continuo, se constituyó el primer Ensamble Vocal Infantil de Expresión y Arte en la colonia Pradera. Como ensamble vocal infantil es original y primero en su tipo en esta zona, ya que las experiencias corales que han existido en la comunidad se encuentran vinculados a grupos religiosos.
En 2014 se consiguieron instrumentos para los niños y las niñas.
Socialmente, a través de la música y la convivencia grupal algunos de los estudiantes han resuelto problemas de conducta como: fobias sociales, poco control de impulsos, bajo rendimiento escolar, depresión y ansiedad.
“Algunos de nuestros alumnos vienen de contextos de mucha violencia y han aprendido a resolver conflictos con violencia, porque es lo que ven todos los días. En Expresión y Arte se encuentran en un contexto que les confronta con esa realidad y les exige resolver de otra manera. Con el diálogo, no negando las diferencias, no negando el enojo, sino manejándolo de otra forma, reconociendo al otro, la diferencia, el enojo del otro, entendiendo al otro, reconociéndole y tratando de llegar a acuerdos. Es una tarea difícil, pero cuando ellos entran en contacto con su respiración y la respiración colectiva para hacer música, tienen forzosamente que ver y reconocer al otro”, dice y continua:
“Sí se han dado conflictos al interior del ensamble, porque es lo que sucede cuando las personas conviven: hay diferencias. Pero imponerse implicaría atentar contra el arte, contra la creación ¡y ellos aman el resultado del arte! -dice enfática- porque les ha permitido construir un espacio donde “son” donde existen. Le aman en el sentido más profundo, no con el amor rosa de las telenovelas, le aman de tal manera que se exigen resolver y reconocer que el otro también importa. Esto ha impactado a sus familias y es hermoso. Es un gesto hermoso de civilización. El principio básico de Expresión y Arte es “escuchar” porque para hacer música se tiene que aprender a escuchar y escuchar es un aprendizaje para la vida, se traduce en una habilidad social”.
Como Ensamble musical de niños y niñas de la colonia Pradera, han participado en el Foro Abierto de la Casa del Lago de la UNAM, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de de la UNAM y el Faro de Aragón.
Con un repertorio de lujo harán gala con su presencia en la XVI Feria Internacional del Libro Zócalo 2016 donde interpretarán La 1ª CuentOpera Rock para niños y niñas sin edad “Las Tejedoras de Zinacantán”, adaptación del cuento homónimo, del escritor Emilio Ángel Lome, que narra la temática de mujeres mágicas de Chiapas: un cuento sobre sonoridad y empoderamiento femenino; con Mención Honorífica en el Premio Nacional de Cuento para Niños y Niñas “Rincones mágicos de México”, que convocó Editorial Porrúa.
“Los esperamos el próximo lunes 17 de octubre a las 11:00 a.m. en la Carpa Centro de Lectura / Libro Club de la Feria Internacional del Libro del Zócalo 2016, están MÁGICAMENTE INVITADOS”, remata.