* Por: Octavio Aristeo López.
El poder oculto en los partidos políticos es manejado por sus líderes quienes crean nuevas ambiciones, mayor frialdad y aumentan las falsedades en el entorno político.
En éste, poder oculto de los dirigentes de los partidos políticos, la lealtad es una virtud difícil de encontrar; sólo encuentran rostros ensombrecidos de los actores políticos al realizar sus cálculos, probabilidades, amigos, enemigos; en público ocultan sus angustias por medio de la indiferencia, está en medio el odio y la amistad.
El objetivo de los dirigentes de los partidos políticos es engañar a los demás, sobre todo a los que están dispuestos a luchar por la Presidencia de la República; saber ocultar las verdaderas intenciones en donde, a veces, la amistad muere cuando se lucha por el poder presidencial.
En medio de las sombras ofrecen promesas y cargos a unas o unos, a otras y otros compran sus conciencias con dinero: maniobrar. Planes secretos, juntas secretas partidistas, con los de confianza, hombres instrumentos manejados por los dirigentes partidistas, dóciles, secuaces; trabajan con los intermediarios que llevan mensajes ocultos.
Por lo mismo, los dirigentes de los partidos políticos movilizan apoyos clientelares con la compra del voto, también la soberanía y la libertad del ciudadano; el ciudadano al vender su soberanía y su libertad en la venta del voto, por unos cientos de pesos, practica el libre mercado en la oferta y demanda del voto, es un acto mercantil, no democrático es el poder oculto en los partidos políticos.
Por supuesto, la compra del voto se practica en regiones pobres; entre más pobreza mejor, la venta del voto aumenta y baja el precio del voto; entonces, una sociedad empobrecida alienta el mercado electoral, existe la oferta y la demanda.
Los ciudadanos sólo son clientes masivos de los dirigentes de los partidos políticos; aclaro, no confundir las instituciones con los titulares de ellas; las instituciones en su esencia y en su normatividad son democráticas.
El ciudadano al no razonar su voto y votar por el partido político en la boleta, sale afectado por 3 años o 6 años; razonar el voto significa que el ciudadano debe evaluar si los dirigentes de los partidos políticos, practican, respetan y defienden la ley.
Con el voto los gobernantes toman decisiones porque ya compraron la representación y no toman en cuenta al ciudadano; así aprueban leyes contrarios al interés común y sólo defienden los intereses de los empresarios que se la “jugaron” con ellos al financiar sus campañas electorales.
Por ello, están a la venta los cargos de elección popular; de aquí que algunos especialistas en temas electorales señalen que el voto nulo es la única alternativa de protesta masiva legal y pacífica en contra de la clase política gobernante corrupta y asesina, que jamás serán honestos, responsables y éticos los dirigentes de los 10 partidos políticos.
Los dirigentes de los 10 partidos políticos imponen sus decisiones propias al margen de los ciudadanos; no importa si un candidato a ser representante popular es hijo de un jefe o amigo del jefe, novio o novia del jefe, amigo de la amante o del amante del secretario, ser compadre del líder político, ser cómplice, compañero de parrandas, cómico, etcétera, la compra de la candidatura allana el camino a los privilegios.
Para ello, están las corporaciones sindicales, organizaciones políticas, organizaciones civiles, empleados públicos que movilizan a sus agremiados a votar por el personaje que les indicaron, que les ordenaron, y con la compra del voto aseguran el triunfo en el que el Instituto Nacional Electoral pueda reciclar a la clase política gobernante corrupta y asesina. Es el poder oculto en los partidos políticos.
Por consiguiente, observamos en cada campaña electoral una multitud que aplaude y grita, sólo es carne agitada por los dirigentes de los partidos políticos; los discursos fluyen e influyen muy poco cuando todo esta negociado. Sólo obedecen instrucciones, apoyados por la compra de excesiva publicidad de los dirigentes de los partidos políticos y por el Instituto Nacional Electoral para que el ciudadano acuda a votar.
Por lo que, las resistencias explotan ante la disciplina que impone orden. Son terrenos arenosos en los que se camina con mucho tiento, con mucho cuidado. La derrota no tiene aliados si no se cumplen las instrucciones: cuando aplaudir, cuando gritar, cuando ovacionar el nombre de un personaje, cuando insultar, etcétera. La deslealtad se paga o se cobra con el tiempo.
De aquí, que un líder de opinión puede ser un politiquero que defiende los intereses de un grupo político y algún dirigente de los partidos políticos, que ha vivido del engaño y la mentira; los dirigentes políticos, sindicales y partidistas, conforman un grupo que explotan mercantilmente a las organizaciones, a las instituciones que representan.
En un mundo de intereses y de conveniencias, los politiqueros que están en algunos medios de comunicación son egoístas que ponen sus intereses por encima de la nación, estos intereses personales son los causantes de las agitaciones políticas entre los grupos sociales que están con ellos. Enredan las cosas y viene el desprestigio. Son parte del poder oculto en los partidos políticos.
Lo recomendable es evitar el choque. No deben sentirse sorprendidos, es el camino que quisieron caminar, acompañados de la cólera arrebatada. Aceptar la responsabilidad de sus actos es mostrar con pruebas que no están favoreciendo a los enemigos de México.
Saben, que las instituciones funcionan a pesar de sus titulares, a pesar de los actores que están en conflicto con ellos mismos, que viven en la ilegalidad e impunidad campo fértil para intensificar los privilegios, la corrupción y reciclar de la clase política gobernante corrupta y asesina.
* Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México. [email protected]