“A medida de que las autoridades no respondan a los intereses de los ciudadanos que viven alguna discapacidad, saldremos a las calles a defender nuestros derechos”, José Luis Galeana.
Con vestimenta blanca, en sillas de ruedas, con bastones, muletas e intérpretes de lengua de señas, se dieron cita este sábado 4 de febrero en el Hemiciclo a Juárez, alrededor de 200 manifestantes, para llevar a cabo la “Marcha por la dignificación de los derechos económicos de las personas con discapacidad en la Ciudad de México”.
La concentración inició a las 10 horas, con destino al zócalo capitalino, en donde la ciudadanía mostró cierta aceptación y solidaridad, pues algunos se sumaron a la manifestación. Mientras que los agentes de seguridad pública los resguardaron en su camino.
José Luis Galeana, presidente de Gestión y Apoyo a Grupos Vulnerables, A.C., comenta que esta iniciativa surge como consecuencia de los altos costos de la gasolina y la pérdida del poder adquisitivo de un apoyo económico que reciben las personas con discapacidad de la Ciudad de México. Asimismo, se debe a que no se ha cumplido la ley en dicha materia, ya que:
“Se estipula que las personas con discapacidad tendrán el derecho de recibir un apoyo económico mensual al 50% de un salario mínimo general, que es de 1,200 pesos; sin embargo, los beneficiarios tan sólo reciben 800 pesos en un monedero electrónico, el cual presenta diversas irregularidades y carencia de transparencia en su aplicación”.
También señala que, la falta de políticas públicas y oportunidades para las personas con discapacidad, que encaminen a su pleno desarrollo e inclusión, las y los han llevado a salir a las calles para demandar sus derechos.
Jesús García Villanueva -integrante del equipo de basquetbol sobre silla de ruedas- expresa que era necesario visibilizar en la marcha, que “el gasolinazo” también afectó a la población con discapacidad. Así, una de las satisfacciones de dicha acción fue que: “se pudieron unificar las diversas discapacidades en una sola voz, para solicitar a la autoridad que cumpla con la ley”.
Por otra parte, Jesús indica que el “populismo” de los programas sociales sólo ayuda a los fines partidistas, pues las autoridades encargadas de su implementación no cumplen con la normatividad vigente, pese a la existencia del actual “derecho económico y no apoyo económico”.
“En realidad lejos de ayudar sólo sirven para la foto de los políticos, en sus eventos masivos donde los medios de comunicación están presentes y se olvidan de si ese derecho se cumple o esa ayuda técnica es de calidad”.
En cuanto al monedero electrónico, señala que se les condiciona el uso, pues deben de comprar en tiendas de autoservicio; además, si no disponen de su dinero en un plazo de tiempo específico se les retira. Finalmente recalca que hace falta cambiar la actitud y mentalidad de las personas con discapacidad para no ser conformistas:
“Ser una persona con discapacidad no es un reflejo de ‘pobrecito’ ni de mediocridad ante la adversidad que actualmente vive nuestro país. Queremos luchar por un México que tenga mejores condiciones igualitarias. A través de una educación sin barreras, una capacitación continua para ser autosuficientes y que generemos nuestros propios recursos”.