Por: *Marcos Márquez.
Los profesores de asignatura sostenemos la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. En esta carrera están inscritos el 52 por ciento de los alumnos de la Facultad. El 8 por ciento de los profesores que atienden a estos alumnos son profesores de carrera y el 92 por ciento somos de asignatura. Entre otros aspectos, los profesores de asignatura nos encargamos del 80 por ciento del total de las titulaciones de Ciencias de la Comunicación. La mayoría de los profesores de asignatura somos interinos pues la Facultad no ha abierto concursos de definitividad desde 2004.
Un nuevo Plan de Estudios se aprobó en 2015. A pesar de que la administración de la Facultad aseguró que por este proceso no se afectarían los derechos laborales de los profesores, nunca se esclareció sobre la manera en que se integraría a los profesores de asignatura ya contratados en las nuevas materias. Irresponsablemente, se integró a la planta docente a nuevos profesores, aproximadamente un diez por ciento más de los que ya estábamos contratados. En este momento se presenta un grave conflicto pues quienes hemos trabajado por muchos años en la Facultad: no tenemos la seguridad de continuar haciéndolo. Para agravar más las cosas, el Consejo Técnico recientemente aprobó los Lineamientos para integrar las plantillas docentes. En este documento se ratifica un orden de prelación para ser considerado a impartir una materia y se coloca a los profesores de asignatura en el último lugar: “a) los profesores de carrera adscritos al centro de estudios que programa la asignatura, b) los profesores de asignatura definitivos, c) los profesores y los investigadores de carrera adscritos a otros centros de estudio de la Facultad o dependencias de la Universidad, d) los profesores de asignatura interinos”. De esta manera se desconocen los derechos que la Constitución del país, la Ley Federal del Trabajo y el Contrato Colectivo reconocen.
Los elementos que sostienen esta decisión aparentemente son académicos. Están basados en un sistema de concursos que otorga permanencia en el trabajo académico a quienes los aprueban y los convierte en profesores de carrera o en definitivos de asignatura. Sin embargo, la apertura de estos concursos de ninguna manera es decidida ni por los profesores, ni por la eficiencia de ellos, ni en función del tiempo laborado. Así se sustituyen los verdaderos criterios académicos (corrección del trabajo académico, estudios efectuados, publicaciones) por su disfraz burocrático: ser profesor de carrera o profesor definitivo. Como si los profesores de asignatura hubiéramos tenido la oportunidad de participar en estos concursos o nos hubiéramos negado a hacerlo; como si los profesores interinos de asignatura no hubiésemos estudiado posgrados, no tuviéramos publicaciones y, en suma, hubiéramos mostrado nuestra incompetencia al impartir clases. ¿Cómo se explica que hayamos dirigido tesis que fueron aprobadas en los exámenes profesionales si carecemos de la formación que se requiere o tenemos un nivel de segunda? Lo que el documento con los Lineamientos encubre es la sustitución de los valores académicos por un sistema burocrático que se reproduce a sí mismo.
En situación peor se encuentran los profesores adjuntos. En la mayoría de los casos su trabajo no es remunerado; su existencia depende de circunstancias tan azarosas como el número de alumnos inscritos en un grupo; nunca tendrán la seguridad de que la preparación adquirida terminará en una contratación como profesor.
La actual administración, con el afán de ejercer la crítica como máximo valor universitario, ¿podría llevar a cabo una investigación que esclarezca estos asuntos?
Recordemos la experiencia que se tiene en otras escuelas universitarias en donde se respeta el Contrato Colectivo de Trabajo en los mismos reglamentos que norman la asignación de clases a sus profesores. ¿No estaremos ahora frente a la oportunidad de construir una verdadera comunidad académica en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
* Marcos Márquez, profesor de asignatura interino de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, con 22 años de antigüedad académica. Contacto: [email protected].mx