Por: *Octavio Aristeo López.

Los dirigentes nacionales de los partidos políticos están en total decadencia; sólo utilizan al Instituto Nacional Electoral para reciclar la clase política gobernante corrupta y asesina, como prueba sólo basta leer los nombres de la lista de plurinominales que están presentando.

Tráfico de influencia para obtener beneficios económicos, enriquecimiento ilícito, lavado de dinero, defraudación fiscal, asesinatos, corrupción, vínculos con el crimen organizado, compra de títulos profesionales en universidades “patito” para ocultar su ignorancia, son algunas denuncias sobre candidatos plurinominales.

Los dirigentes nacionales de los partidos políticos, sólo tienen el objeto político de construir familias imperiales o faraónicas en todos los niveles cada 6 años apoyados por las televisoras y los integrantes del Instituto Nacional Electoral. Están unificados para llevar al despeñadero a México.

Los empresarios mexicanos están conscientes de esta situación, por ello, algunos contribuyen para mostrar el grado de corrupción que impera en los políticos mexicanos como es el caso de la familia Ebrard, la familia Murat, la familia López Obrador, la familia Cárdenas, la familia Salinas, la familia Gordillo, la familia Velasco Suarez, la familia Moreira, la familia Moreno Valle, la Familia Díaz Ordaz, la familia Ruiz Massieu, etcétera.

Los dirigentes de los partidos políticos perdieron seriedad y oficio profesional de la política para el bien de la sociedad. Solo son mercaderes que acumulan mucho dinero en la venta de candidaturas es el caso reciente de la compra-venta que realizó Marcelo Luis Ebrard Casaubón a los dirigentes nacionales del Moviente para ser candidato plurinominal ¿Cuánto millones de pesos pagó al jefe político de Movimiento Ciudadano en la comprara de su candidatura como Diputado Federal plurinominal? ¿Quién va a votar por ese partido corrupto y asesino?

Estas elecciones serán las más caras que pagara sociedad mexicana con sus impuestos. El Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó que los 10 partidos políticos nacionales reciban un monto global de cinco mil 356 millones 771 mil 247 pesos durante este año, si convertimos en dólares estos pesos (considerando que un dólar cuesta 15.50 pesos), tenemos que son más de 328 millones de dólares.

Señalan estudios electorales que una campaña de Diputado Federal cuesta más de 10 millones de pesos, para Senador de la República el costo es más de 20 millones de pesos, un candidato a Gobernador desembolsa más de 500 millones de pesos.

Por otro lado, existen candidatos a diputados vinculados con el crimen organizado y son afines a sus intereses, incluso notas periodísticas señalan a diputados federales transportando droga en sus vehículos; por lo que, correrá mucho dinero que no tendrá control institucional, porque los consejeros electorales del INE tienen como función que así sucedan las cosas electorales, ya dieron su primero paso: venta y compra de candidaturas.

Recordemos que Marcelo Luis Ebrard Casaubón fue miembro del PRI, Diputado Federal del PVEM (en el que sus dirigentes y legisladores están vinculados en innumerables escándalos en actos de corrupción), Secretario General del Partido de Centro Democrático, Secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y Jefe de Gobierno del PRD apoyado por Andrés López Obrador, se enriqueció ilícitamente en estos cargos públicos. Ahora, está comprando el cargo como diputado plurinominal.

El dueño de Morena, empresa político-electoral de Andrés Manuel López Obrador (algunos de sus intelectuales orgánicos cínicos ya les duele el corazón y el alma), es un producto autoritario de las viejas filas del PRI; recibirá aproximadamente 36 millones de pesos éste año, aparte los recursos que recibirá por entidad y la venta de candidaturas plurinominales; en la misma condición se encuentra el Partido Humanista y el Partido Encuentro Social, que ya entraron al negocio de los votos y saquear el presupuesto público producto de los impuestos del ciudadano. El sistema político norteamericano es un claro ejemplo de excesivos actos de corrupción, por la dependencia de los candidatos y representantes electos a las corporaciones económicas y financieras que apoyan las campañas políticas.

Así, se crea una dependencia natural entre los políticos, los empresarios y el crimen organizado; cuando el candidato triunfa y como gobernante toma decisiones para tratar de beneficiar y no perjudicar a sus amigos empresarios y grupos del crimen organizado afines, es el caso del Grupo Higa en México, esto por supuesto contribuye al debilitamiento de las instituciones democráticas.

Esto sucede también en Estados Unidos, de ahí aprendió la actual clase política gobernante de México; actuar en beneficio y de los intereses de los que lo apoyaron en la campaña, por lo que, la credibilidad en los gobiernos se deteriora.

Esto es grave, porque ya no sólo es el soborno a funcionarios públicos para realizar actos ilícitos, estamos hablando de un sistema corrompido institucionalmente, que afecta a toda la dinámica de la sociedad.

Por ello, la élite mexicana necesita renovarse porque está dañando a las instituciones democráticas, si no lo hacen la corrupción crecerá y asfixiara al sistema político y a la sociedad mexicana.

Sólo aprenden a imponer y no deliberar; porque saben que viven en la simulación, a pesar de ser expertos en Derecho constitucional no respetan la constitución; por acción y omisión son expertos en no cumplir los principios constitucionales, es falta de ética profesional porque son especialistas en construir un Estado de Derecho, y sólo buscan su destrucción; un claro ejemplo, son los consejeros electorales del Instituto Nacional Electoral, que algunos son expertos en Derecho Constitucional, por lo que, los integrantes actuales del INE son un obstáculo para el avance de la democracia.

Saben los consejeros electorales que las protestas deben tener un cauce institucional y constitucional ¿Cuál?, si los dirigentes de los partidos políticos están desacreditados, al igual que los integrantes del INE, que es una institución al servicio de los intereses de los líderes de los partidos políticos, ¿Votar por servidores públicos al servicio del crimen organizado y renovar la clase política gobernante corrupta y asesina es la opción? ¿Qué otra alternativa tienen los ciudadanos?

Así, observamos que el PVEM, se burla de las multas, es una simulación que realizan los consejeros electorales del INE; el dueño del PVEM, la familia Gonzales Torres, tienen mucho dinero que han acumulado por conflicto de intereses, los financian empresarios afines, además de lo que pueda desviar recursos el gobernador de Chiapas, pueden comprar hasta la Presidencia de la república.

Por lo mismo, existe crisis de credibilidad de los dirigentes de los partidos políticos, y sí existe crisis de credibilidad en los dirigentes partidistas, existe crisis de credibilidad en los integrantes del Instituto Nacional Electoral porque están al servicio de los dirigentes de los partidos políticos. Por ello, los miembros del Instituto Nacional Electoral no pueden convencer a los ciudadanos, por más que difundan: “que las elecciones son un mecanismo, no el único pero si primordial para expresar la inconformidad, la aprobación y rechazo para con los gobiernos, las políticas públicas, los partidos políticos y el estado de las cosas,” (Lorenzo Córdova).

Los candidatos electorales son impuestos a la ciudadanía por los dirigentes de los partidos políticos; el ciudadano no tiene otras alternativas que votar por ellos el día de la elección. Entonces, los consejeros electorales del INE son recicladores de la clase política gobernante corrupta y asesina. Si no vota la ciudadanía, de todas formas gobierna la clase política gobernante corrupta y asesina por los que voten, los integrantes del INE legítima estos votos, así sean 10 votos.

No se puede transformar al país, mientras la clase política gobernante corrupta y asesina controle a los consejeros electorales del INE, y después los habilite como secretarios de Estado. Por lo tanto, el voto nulo o el abstencionismo será un indicador del descontento generalizado y demostrará que la voluntad general no gobierna ni funciona en nuestro país; sabremos indicadores de descontento que existe y se podrá evidenciar el tipo de democracia que tenemos en México. Si el jefe del Poder Ejecutivo está enojado debe estarlo con sus colaboradores más cercanos por no saber resolver los conflictos y preparar escenarios catastróficos.

* Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México. [email protected]