Eisenstein en México

Por Patricia Olivares.

Este texto pretende dar una noción general del trabajo de Sergei Mikhailovitch Eisenstein en la nación mexicana: ¡Que viva México!; conociendo parte de las anécdotas vividas en este país y la importancia de dicha obra en su carrera cinematográfica.

Sergei Mikhailovitch Eisenstein

Sergei Mikhailovitch Eisenstein (1898-1948) es uno de los grandes cineastas soviéticos de la cinematografía mundial, ya que gracias a su talento y creatividad, nos ha dejado parte de su legado en nuestro país: México (1930-1932). En donde realizó algunas grabaciones, pero que lamentablemente, en su aventura mexicana, no pudo terminar el proyecto y nos dejó material limpio para la interpretación, montaje y manipulación posteriores.

Eisenstein fue un pensador enérgico y ecléctico, manifestó su homenaje público a Marx y a Lenin, pues fue un artista comprometido con la Revolución Soviética y con un carácter marxista-revolucionario de las películas filmadas en México, además sus relaciones profundas entre los textos del materialismo histórico y dialéctico,  lo llevaron a pensar alguna vez en trasladar a la pantalla El Capital, obra cumbre de Karl Marx.

Se interesó en temas incontables y en numerosas teorías. Ya que pensaba tanto en la forma cinematográfica como en el propósito del cine, asimismo en el film unificado primero como en una máquina y a veces como en un organismo. Pero siempre viendo al cine como un arte autónomo.

Sergei estudió ingeniería en los años previos a su ingreso en la Colonia Artística de Moscú,  en donde le tocó el periodo del Constructivismo, así consideró que la actividad artística consistía en hacer o, más precisamente, en construir. Por ello el problema de la materia prima a disposición del artista era primordial.

Fuente: exposición Sol y sombras de la fotografía moderna mexicana: Manuel Álvarez Bravo, Agustín Jiménez.
Fuente: exposición Sol y sombras de la fotografía moderna mexicana. Agustín Jiménez. 1931

Pensamiento cinematográfico de Eisenstein

Entre las ideas del Eisenstein se encuentra el rechazo ante el Teatro de Arte de Moscú, porque la preocupación de ese grupo era la fiel duplicación de la realidad; y los constructivistas también se opusieron a ese realismo de varias maneras, además sostenían que los escenarios no deberían aportar un fondo para el diálogo, sino que tendrían que funcionar en términos parejos juntos al diálogo. Lo mismo se sostiene respecto a la iluminación, el vestuario, etc., todo lo cual debe coexistir en una armonía democrática y no en una jerarquía feudal.

El proceso de descomponer así la realidad en bloques utilizables, o unidades, puede ser denominado: neutralización del sonido y de la tonalidad. Así, se planteaba que las tomas serían neutralizadas para ser convertidas en elementos formales básicos, que puedan ser combinados como el director lo crea adecuado y de acuerdo a los principios formales que desee.

Entonces ver un film de Eisenstein es como ser sacudido por una continua cadena de shocks, los cuales son provenientes de los diversos elementos del espectáculo cinematográficos y no sólo de su asunto. Por ello exigió que hubiera no enlace entre tomas, sino un choque; y no un público pasivo, sino un público de co-creadores.

Ya con estas ideas cinematográficas, Eisenstein estuvo en la nación mexicana entre diciembre de 1930 y enero de 1932, con el fin de poder filmar una película para el cine norteamericano. En aquellos tiempos, el cineasta ya poseía un amplio reconocimiento internacional, por sus inolvidables obras cinematográficas: La huelga, El acorazado Potemkin y Octubre. Pero también era conocido por sus contribuciones a la práctica, teoría, estética y técnica del arte fílmico.

En 1929 Sergei viajó por Europa y Estados Unidos, con el fin de estudiar las nuevas técnicas de sonorización, acompañado por su asistente Grégori Alexandrov y su fotógrafo Eduard Tissé. Luego la Paramount le rescindió un contrato de filmación, pues ya le había rechazado varios proyectos; sin embargo por intermedio de Chaplin, firmó un contrato con Upton Sinclair (escritor socialista norteamericano) para filmar: ¡Que viva México!.

Relación entre Eisenstein y Orozco

Existen varias anécdotas de Mikhailovitch en México, pero una que considero interesante de retomar es la relación que hubo entre Eisenstein y Orozco, en donde el cineasta escribió sobre José Clemente Orozco:

“Tres veces se cruzaron nuestros caminos. Los Ángeles, Nueva York, ciudad de México. Tres veces dejamos pasar la oportunidad de estrecharnos la mano, cosa que anhelábamos desde hacía mucho tiempo. Sin embargo, el lugar de nuestro encuentro existe aun cuando no se lo fije geográficamente. Nuestro encuentro: en algún lugar de los campos Elíseos del éxtasis. Nos encontramos.”[1]

Se dice que Eisenstein entabló un contacto espiritual con Orozco, ya que en el primer esbozo del guión de la película ¡Que viva México!, estructura un prólogo y cinco episodios. En donde cada episodio trataría de: la ciudad de México, las pirámides, las carreteras y el desierto. Además pretendía retomar a Covarrubias “con elementos de la tradición hispana”; a Diego Rivera con “el suelo, los indios, los obreros, los campesinos, la manteca, la Revolución.” [2]

Mientras tanto el 4 de diciembre Eisenstein tomó el tren con Grigory Alexandrov y Eduard Tissé, para llegar a México; y el día 6 de ese mismo mes, en Nogales, escribió su primer boceto de la película, pero con la anotación que hacía referencia a Orozco.

Así, según una carta de Orozco a Jorge Juan Crespo de la Serna, Eisenstein envió su retrato a Orozco y le pidió el suyo en reciprocidad, porque a pesar de las coincidencias u oportunidades para encontrarse, no lograron verse frente a frente por mucho tiempo. Cuando por fin lo lograron y tuvieron la oportunidad de estrecharse la mano fue en Nueva York, el 13 de abril de 1932, pero ya no en México, sino cuando Eisenstein regresaba a Moscú, luego del fracaso de su aventura mexicana.

La importancia de esta relación radica en la influencia del arte mexicano, en la obra cinematográfica de Sergei en México, así:

Nos ha permitido ver la intensidad con que Eisenstein vivía el arte y sus relaciones humanas debido a su extrema sensibilidad, pues sin duda su relación con otros hombres tenía una intensidad similar, lo mismo que sus reacciones frente a la obra de arte, la cual disfrutaba a plenitud. Asimismo, nos permitió percibir cómo Eisenstein, al calor de la evocación y la nostalgia, idealiza los acontecimientos de su experiencia mexicana.[3]

Eisenstein en México con Adolfo Best Maugard y la influencia de Flaherty.

Dejando un poco de lado este asunto, pero no olvidando su sensibilidad artística en la obra de arte, se decía que Eisenstein “era como un torbellino en cualquier parte adonde llegaba.” [4] Pues lo precedía la fama adquirida por El acorazado Potemkin, el cual revoluciona el lenguaje cinematográfico. Por eso en Alemania, Francia, Inglaterra, Suiza y Estados Unidos conoció a varios artistas e intelectuales.

En México los intelectuales más diversos acudieron a conocer la figura de Sergei como: “Luis Márquez, Bernardo Ortiz de Montellano, Roberto Montenegro, Diego Rivera, Jean Charlot, José Gorostiza, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Adolfo Best Maugard, a quien, en diciembre de 1930, José Manuel Puig y Casauranc, secretario de Educación Pública, nombrara consejero de Eisenstein y censor de la película que rodaba”[5]; con el fin de evitar escenas que fueran ofensivas o en contra de la dignidad mexicana, lo cual era un tema delicado en aquellos años, ya que había una imagen grotesca difundida en los westerns estadounidenses.

Pero también se sabe según por lo que dijo Best Maugard, que Eisenstein lo buscó con una carta de presentación por parte de Robert Flaherty (director de Nanook el esquimal). Pues Flaherty fue a México, en donde se quedó del sábado 15 de septiembre al 4 de octubre de 1928, para escoger una pareja de actores, los cuales serían lanzados por la Fox, en una película a la que titularía Nanook del desierto.

Ya para su regreso a los Estados Unidos, Flaherty enamorado de la nación mexicana y de sus corridas de toro (escribe el cuento: Toro Bonito, 1928), mantuvo correspondencia con Best Maugard; y anima a Eisenstein para que hiciera su película sobre México. Ya que Sergei había tenido la ruptura con la Paramount, al no llegar a un acuerdo para filmar El oro de Sutter.

Best Maugard estaba entusiasmado en que la película difundiría una imagen positiva de México por todo el mundo, por ello dice que: “no se debe de considerar como una película etnográfica de México, sino como una obra de arte, en la que se deberá sentir la esencia de lo que es México.” [6]

¡Que viva México!

Según Federico Dávalos Orozco a Eisenstein: “Nuestro país le interesaba vivamente desde tiempo atrás. Tenía una extraña fascinación por el Día de Muertos y por los ritos, mitos y objetos propios de la religiosidad popular. Además, seguramente, el vigoroso nacionalismo artístico y el reciente movimiento revolucionario de corte agrarista y obrerista”[7]

Este agrado hacia la cultura mexicana hizo que su proyecto se compusiera de cuatro episodios: Sandunga, Maguey, Fiesta y Soldadera; con un prólogo y un epílogo. En donde Eisenstein había señaló que “los tres episodios que median entre prólogo y epílogo representan los tres pasos históricos de la concepción de la vida: desde la sumisión biológica a la muerte, hasta la superación social de su principio por el poder inmortal de la colectividad del pueblo.”[8]

La idea del arte es parte de la lucha y la liberación de los esclavos de la Colonia, siendo este pensamiento fue una huella de la sensibilidad de Eisenstein. Así él buscaba que el país le fuera revelando su historia, adaptándose a las necesidades de rodaje y a las reglas del juego establecidas por los productores y los censores.

El documento publicado en Moscú en 1947, era el guión del proyecto mexicano, con la estructura del film que iba a integrar un prólogo, cuatro episodios y un epílogo. Pero también pensaba en el montaje, en el cual quería darle una estructura diferente a la del guión, por ello la obra quedaría integrada como: Prólogo-Fiesta-Sandunga-Maguey-Soldadera-Epílogo.

En las partes de: ¡Que Viva México!, como fue planteando en el guión vemos que el Prólogo, el cual fue filmado en Yucatán, trataba sobre la persistencia del México prehispánico; en el primer episodio, Sandunga, registró una boda indígena en Tehuantepec; en el segundo: Maguey, filmada en Tetlapáyac, Hidalgo, narra la represión contra unos peones rebeldes, en una hacienda pulquera del porfiriato; en el tercero: Fiesta, se abordan las fiestas de Nuestra Señora de Guadalupe, entre los canales de Xochimilco, en donde  un “milagro” hace que una adúltera no sea sorprendida con su amante; en la Soldadera, se habla de la Revolución de 1910, planteando un homenaje a la mujer, que se alza por encima de la discordia bélica; y en el Epílogo presenta imágenes del Día de Muertos, además de un elogio del México de la post-revolución.

Fotograma de "Que viva México" - Serguéi Eisenstein
Fotograma de “Que viva México” – Sergei Eisenstein

Línea ideológica y las presiones del gobierno mexicano

El cineasta soviético pensaba darle un sesgo político o social a su proyecto fílmico y que su obra realizada iba a ser continuación de su trabajo en la URSS:

“Durante un mes aproximadamente me dedicaré a estudiar el ambiente mexicano y después procederé a la manufactura de la película basada en un asunto local. Tras este estudio decidiré si la obra la basamos en un argumento determinado o en una exposición fiel del país, de sus costumbres y de su pueblo, documentándome previamente en visitas que realizaré al Distrito Federal y regiones inmediatas, al Istmo de Tehuantepec y a Yucatán, pues no omitiré por ningún motivo las ruinas de Chichén-Itzá, y mi interés por el folklore local es enorme […] Iremos al campo, a los centros industriales, a los círculos sociales, a todos aquellos sitios que se haga necesario, como lo hacemos en las cintas rusas, y así obtendremos lo que deseamos, sin adulteraciones ni fingimientos”.[9]

Sin embargo dio un cambio de perspectiva, debido a las presiones del gobierno mexicano, por ello Sergei redactó el primer guión extenso de lo que iba a ser su película, y a partir de este hecho sería sumamente cauteloso en exteriorizar sus ideas. Porque la obra debía contener: una exaltación a la Historia, las costumbres, el arte y luchas del pueblo mexicano.

¿Y qué sucedió después?

Las películas: ¡Que viva México! (1930-1932) y El prado de Bejin (1935-1937) constituyen el los proyectos inconclusos de Eisenstein, ambas fueron  interrumpidas en el rodajes e incluso el artista de Riga fue imposibilitado, para trabajar sobre los materiales de ambos films inacabados.

Del proyecto ¡Que viva México!, el cual fue filmado a lo largo de 1931, hizo falta que se terminara el rodaje de Soldadera y partes de Fiesta; ya que los trabajos se suspendieron en enero de 1932, por problemas financieros y fuertes diferencias con Sinclair. Por ello, Eisenstein despojado de su material nunca pudo editarlo y comienza la leyenda de: el más hermoso de los films inexistentes (José de la Colina)

Surgen nuevas cintas… y una influencia de Eisenstein en el cine mexicano.

Con el material filmado de Sergei Eisenstein se elaboraron varias cintas, pero ninguna con la autorización de su autor como: Tormenta sobre México (EUA, Sol Lesser, 1933, 60 min.), Eisenstein en México (?), Fiesta de los muertos (EUA, Sol Lesser, 1934, corto), Tiempo en el sol  (Marie Seton, 1939, 56 min.), Mexican symphony (W. Kruse, 1941), un montaje de ¡Que viva México! (EUA, Kenneth Anger, 1950), Eisenstein’s Mexican film; episodes for study (EUA, Jay Leda, 1957, 225 min.), y ¡Que viva México! (URSS, Gregori Alexándrov, 1979, largometraje).

Eisenstein fue considerado padre de una hipotética escuela mexicana de cine, así la difusión de montajes del material filmado por el artista soviético, marcó a los cineastas y a la cinematografía mexicana, como se puede apreciar en Redes (Fred Zinnemann y Emilio Gómez Muriel, 1934), Janitzio (Carlos Navarro, 1935), Humanidad (Adolfo Best Maugard, 1935) y en el director Emilio Fernández y el camarógrafo Gabriel Figueroa.

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[1] DE LOS REYES, AURELIO, Eisenstein y Orozco: una relación de mutua admiración,  Instituto de investigaciones estéticas, UNAM, consultado el 13 de abril de 2011 a las 12:54pm, disponible en: http://www.analesiie.unam.mx/pdf/80_129-146.pdf

[2] Ídem.

[3] DE LOS REYES, AURELIO, Eisenstein y Orozco: una relación de mutua admiración (…)

[4] DE LOS REYES, AURELIO, Informes de Adolfo Best Maugard al jefe del Departamento de Bellas Artes de la Secretaría de Educación Pública, sobre su trabajo de supervisión y censura a Sergei Eisenstein, durante el rodaje de ¡Que viva México! en 1930, Instituto de investigaciones estéticas, UNAM, consultado el 13 de abril de 2011 a las 12:58pm, disponible en: http://www.analesiie.unam.mx/pdf/81_161-172.pdf

[5] Ídem.

[6] DE LOS REYES, AURELIO, Informes de Adolfo Best Maugard al jefe del Departamento de Bellas Artes de la Secretaría de Educación Pública, sobre su trabajo de supervisión y censura a Sergei Eisenstein, durante el rodaje de ¡Que viva México! en 1930 (…)

[7] DÁVALOS OROZCO, FEDERICO; Eisenstein en México: “el más hermoso de los films inexistentes” (…)

[8] DE LA VEGA, EDUARDO, Eisenstein y su concepción de la Historia en el proyecto inconcluso de ¡Que viva México! (…)

[9] DE LA VEGA, EDUARDO, Eisenstein y su concepción de la Historia en el proyecto inconcluso de ¡Que viva México! (…)

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 Fuentes consultadas:

  1. ANDREW, J. DUDLEY, Las principales teorías cinematográficas, Colecc. Punto y Línea, Ed. Gustavo Gili, Barcelona, 1978.
  2. DÁVALOS OROZCO, FEDERICO; Eisenstein en México: “el más hermoso de los films inexistentes”, FCPS-UNAM, disponible en: http://hyperlab.politicas.unam.mx/ccc/proyecciones/Ciclo2003-1/cinta7.htm
  3. DE LOS REYES, AURELIO, Eisenstein y Orozco: una relación de mutua admiración, Instituto de investigaciones estéticas, UNAM, disponible en: http://www.analesiie.unam.mx/pdf/80_129-146.pdf
  4. DE LOS REYES, AURELIO, Informes de Adolfo Best Maugard al jefe del Departamento de Bellas Artes de la Secretaría de Educación Pública, sobre su trabajo de supervisión y censura a Sergei Eisenstein, durante el rodaje de ¡Que viva México! en 1930, Instituto de investigaciones estéticas, UNAM, disponible en: http://www.analesiie.unam.mx/pdf/81_161-172.pdf
  5. DE LA VEGA, EDUARDO, Eisenstein y su concepción de la Historia en el proyecto inconcluso de ¡Que viva México!, disponible en: http://74.125.155.132/scholar?q=cache:nTnEroNAvx8J:scholar.google.com/+eisenstein+en+m%C3%A9xico&hl=es&as_sdt=0

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