Por: *Octavio Aristeo López
Lo que está sucediendo en México permite enriquecer el análisis político, como es el caso de que los puestos legislativos son más demandantes que los ejecutivos, los puestos ejecutivos pasan a segundo término. Es el azote de Dios.
Quién puede sacarnos de la crisis. Los partidos políticos ya no son creíbles, la clase política actual ha perdido credibilidad y confianza, no son la solución consideran a la política como negocio; el Congreso de la Unión ya no representa al pueblo. Es necesario crear nuevas estructuras partidistas y un nuevo órgano electoral.
Las candidaturas legislativas se compran y se venden, no importa el voto, solo el dinero; llegan los interesados a las oficinas de los partidos políticos con sus maletas de dinero para comprar un puesto de elección popular, además que tengan suficiente capital financiero para realizar una supuesta campaña electoral con la compra del voto. Aquí es importante el dinero no la conciencia social.
Sólo recordemos como Pablo Emilio Escobar Gaviria (1949-1993), fundador y líder del Cartel de Medellín, su organización realizó actos de terrorismo, asesinatos y masacres ente la población civil para convertirse en un hombre rico y poderoso capaz de desestabilizar a Colombia. Es el azote de Dios.
Incluso, llegó a ser suplente en la Cámara de Representantes de Colombia para el Congreso de la República de Colombia por el departamento de Antioquia en 1982.
La clase política gobernante asesina y corrupta prepara sus maletines llenos de dinero; así comprar los puestos de elección popular. Y realizar una campaña intensiva en los medios e intentar lavar los rostros de los legisladores corruptos. La pregunta es ¿Ahora, qué cartel va a gobernar México? Es el azote de Dios.
Señala el filósofo, científico y político francés, durante la Revolución Francesa: “Cada vez que la tiranía intenta someter a la masa de un pueblo a la voluntad de una de sus partes, cuenta entre sus medios con los prejuicios y la ignorancia de sus víctimas” (Marie-Jean-Antoine Caritat, Marqués de Condorcet, 1743-1794).
Una causa de la Revolución es la debilidad del poder presidencial, en una sociedad como la mexicana; aunado a una política nefasta contraria a la sociedad moderna.
El asesinato de periodistas no es la solución, Veracruz es el ejemplo, el dinero no puede comprar ni asesinar la consciencia de un pueblo.
Otra causa de la revolución no ocurre por azar o por capricho, es por el descontento de las clases sociales que requiere cambios que necesita la sociedad moderna mexicana. Es el azote de Dios. Observo que en lugar de apoyarse en la sociedad moderna que representa la única posibilidad de superar la crisis de régimen; se apoya en la aristocracia ya envejecida y corrompida que sólo busca con desesperación la restauración de sus privilegios y linajes que se oponen a la sociedad mexicana moderna.
Las clases conservadoras, siempre deseosas de privilegios y de monarquía, el no tener apoyo de las fuerzas políticas de México en sus reformas, buscan y buscarán apoyos en el exterior; tratarán de imponer la paz por medio de prácticas aplicadas en la época colonial y en el porfiriato; el primero originó la independencia de 1810 y el segundo la Revolución Mexicana de 1910. Es la paz impuesta a cualquier costo.
Los operadores de los expresidentes de México no son útiles, llevaron al despeñadero la modernización de México; sueñan en que las finanzas determinan el futuro de México, créditos, nuevos impuestos, manipulando pasiones de la población, mitigar la miseria con programas sociales, motivar la ignorancia y las arbitrariedades del poder.
Pero, Atila, caudillo de los hunos, El azote de Dios en Asia y Europa, desde el 434 d. de C hasta su muerte en 453 d. de C; acérrimos enemigos del Imperio romano no formaron un imperio y lo que tenían se esfumó con la muerte del caudillo, el imperio de los hunos se desmembró y se extinguió tras la muerte de Atila.
Es el futuro de los gobernantes que siguen los pasos de Atila, no respetar los códigos sociales, no respetar la condición humana; a pesar de los nuevos montajes que puedan instalar para manipular a la población, ejemplos claros son: lo que paso el 11 de septiembre de 2001, Bin Laden abatido en Abottabad, Ayotzinapa (Guerrero, México), la investigación sobre el atentado de “Charlie Hebdo” en Francia. Es el azote de Dios.
*Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México. [email protected]