*Por Octavio Aristeo López
El Gobierno no es el Estado, es parte del Estado, el Pueblo es parte del Estado, es lo que dicen los grandes jurisconsultos, la ciencia del derecho; los constructores del Estado de Derecho.
El poder civil o autoridad civil, es parte del gobierno que depende el cumplimiento de la ley y el orden público, pero no son las fuerzas armadas; como parte del Gobierno es parte también del Estado, pero no son el Estado en su totalidad, porque el Pueblo es parte del Estado.
El Gobierno constitucionalmente establecido, tiene en su interior, una clase política gobernante asesina, es una parte del Gobierno y del Estado; por lo que, está dañando al Gobierno al perder la confianza del Pueblo, ya no son confiables y no generan seguridad ni legalidad.
Entonces, el poder civil o autoridad civil, una parte de ella, está compuesta por esta la clase política gobernante asesina, que es parte del Gobierno y del Estado; esta clase política ya no le sirve al Pueblo, porque ya el Ciudadano no es el centro de accionar.
El poder político de la clase política gobernante asesina tiene sus propios conflictos de mentirosos y traidores; quieren sangre, no son hombres de honor, son espíritus malignos ambiciosos y crueles, que dañan la República, Democrática y Federativa; son seres oscuros que deben ser eliminados de la clase política, ellos, son los enemigos no es el Pueblo.
Esta clase política gobernante asesina es la causante de la desunión, violencia e intolerancia; realiza critica infundada, causan temor, miedo y muerte; es terrible al estar vinculada al crimen organizado las organizaciones partidistas, en el Poder Legislativo, en el Poder Judicial y en el Poder Ejecutivo; en el ámbito federal, local y municipal. Por supuesto, es preocupante.
La clase política gobernante asesina no le interesa los ideales democráticos ni los principios constitucionales; tampoco un México vigoroso y dinámico, en paz y progreso; un proyecto de nación, ni la pluralidad, solo tienen intereses económicos y humillar al pueblo que debe servir; son un obstáculo para alcanzar el México que todos queremos, el respeto a la vida, mejores condiciones de vida; solo les interesa la inseguridad y proteger al crimen organizado en un Estado de Derecho, violando la ley y Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos vigente.
El Pueblo trabajador, que es parte del Estado como el Gobierno es parte del Estado, está unido, busca la unión, la fortaleza de México, el progreso; fortalece la democracia con sus manifestaciones sociales pacificas no-violentas, busca que las instituciones funcionen y que proporcionen seguridad; es respetuosa de la ley y el Estado de Derecho, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos vigente, para forjar una nación que respete como mínimo la vida del Ciudadano y los Derechos Humanos.
Por lo que sostengo que es un problema de Gobierno, porque el Gobierno es parte del Estado; es cierto, es un problema de Estado, porque el Pueblo es parte del Estado, está pidiendo que se castigue la clase política gobernante asesina; Gobierno y Pueblo son parte del Estado; el Pueblo como parte del Estado, exige al Gobierno el cumplimiento de la ley, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos vigente, para forjar una nación que respete como mínimo la vida del Ciudadano y los Derechos Humanos, por los hechos sangrientos ocurridos en la República Mexicana, por ejemplo: Guardería ABC, Ayotzinapa, Coahuila, Puebla, Estado de México, Michoacán, etcétera.
La clase política gobernante asesina no puede hablar de un Estado de Derecho ni de ser respetuoso de la ley ni de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos vigente, si no respeta la vida de los ciudadanos y sus derechos humanos; más cuando observamos que en las movilizaciones sociales pacificas no-violentas infiltran provocadores para originar represión, con el objetivo de amedrentar a la población, causar temor y miedo. Las amenazas no funcionan cuando el pueblo está indignado.
Estoy de acuerdo que, juntos, Pueblo y Gobierno legalmente constituido, tienen que resolver los problemas; así los problemas son de todos, pero que cada uno cumpla su responsabilidad, y por ahora la sociedad es víctima, es asesinada por un clase política gobernante asesina, que no es castigada.
Las fuerzas armadas son parte del Gobierno, porque está en la administración pública centralizada, tiene una responsabilidad constitucional que cumplir, y no olvidar que tiene su origen en el pueblo, es parte del pueblo. Por ello, el Mensaje pronunciado por el General Salvador Cienfuegos Zepeda, Secretario de la Defensa Nacional, el 20 nov. 2014, durante la Ceremonia de Imposición de Condecoraciones y Ascensos, en el marco del “CIV” Aniversario de la Revolución Mexicana, en las instalaciones del Campo Militar “Marte”, a la clase política gobernante es importante: “Superemos esta encrucijada, generando los acuerdos y los consensos necesarios, con voluntad, con visión, con determinación. Ni la delincuencia, ni cualquier otro antagonismo, podrán jamás someter a la democracia; juntos, (los mexicanos con ferviente amor por México), somos más para superar cualquier obstáculo, ¡unámonos para resolver los desafíos que enfrentamos. Hagamos que el esfuerzo colectivo nos permita tener un mejor país.”
La clase política gobernante asesina debe tomar con seriedad ese llamado; porque está utilizando la violencia para reprimir y asesinar a su pueblo; que está provocando una revolución social pacifica no-violenta, que hace posible un México en movimiento; que reactiva la política con el conflicto. Es una lucha por el respeto a la vida, la libertad y la dignidad, a estos principios obedece el pueblo.
El Ejercito Mexicano, debe tomar en cuenta que la clase política gobernante asesina es traicionera, y después vendrán los juicios internacionales y nacionales, como en 1968. Cuestionada internacionalmente por crímenes de lesa humanidad.
La clase política gobernante asesina, está espantada ante las movilizaciones de paz, por ello, quieren provocar la opresión y la represión utilizando grupos violentos que controlan para justificar la represión; las manifestaciones sociales, que está construyendo una revolución social pacifica no-violenta no solo es de los estudiantes. Es el despertar de la conciencia nacional.
La clase política gobernante asesina, es enemiga del Pueblo y del Gobierno constitucional, es la que desprestigia al Ejercito Mexicano, un ejemplo claro es José Luis Abarca, expresidente municipal de Iguala, Guerrero; además, los que quieren involucrar a los mandos del 27 Batallón de Infantería, con sede en Iguala, Guerrero. La participación del batallón en labores de contrainsurgencia documentada por la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femosp) de la PGR.
El Gobierno constitucional como parte del Estado al no cumplir la demanda de su pueblo ni el señalamiento constitucional, favorece el crecimiento de la clase política gobernante asesina. Esta es la cuestión, la indignación del Pueblo. Por lo que, se debe poner orden en todos los niveles de Gobierno.
Si el gobierno constitucional no hace nada ¿Qué mensaje le está dando a la sociedad?, esto acumula mayor indignación. Los criminales y malvivientes están en las instituciones, se protegen en ellas para cometer sus delitos; utilizan hábilmente estos espacios políticos para violentar las instituciones, hay que desenmascárarlos. Están rompiendo el orden constitucional. La única conspiración que existe es entre la clase política, entre ellos se conspiran y conjuran.
Es un problema del gobierno constitucional y del pueblo castigar a la clase política gobernante asesina que está vinculado al crimen organizado; ella es la culpable de la inseguridad y no el pueblo.
Esto es parte del reflejo de una reelección mal calculada, en el que el costo político es muy grande, porque los tiranos juran respetar la constitución y las leyes asesinando a su pueblo.
Esto demuestra que: los enemigos del Gobierno, los enemigos del Pueblo, los enemigos del Ejercito Mexicano es la clase política gobernante asesina.
* Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México. Correo electrónico: [email protected]
EL pueblo-ciudadanismo-masas son el enemigo del sujeto por eso debemos matarle ejerciendo nuestro poder como sujeto-manada
EI desarrollo en el siglo XVIII de la demografía, de las estructuras urbanas, de! problema de la mano de obra industrial, hizo aparecer la cuestión biológica y médica de las «poblaciones» humanas, con sus condiciones de existencia, de hábitat, de a1imentación, con su natalidad y su mortalidad, con sus fenómenos patológicos (epidemias, endemias, mortalidad infantil). EI «cuerpo» social deja de ser una simple metáfora jurídíco-polítíca (como la que encontramos en el Leviathân’Y para aparecer como una realidad biológica y un campo de intervención
La indivisión del poder que impone el régimen democrático –la misma indivisión que sirve a Rousseau de punto arquimédico y que por eso es ardientemente defendida en los primeros dos capítulos del segundo libro del Contrato Social– radica en la idea de soberanía del pueblo, que es –como menciona Stirner en algún pasaje– demasiado similar a la de soberanía de Dios y del monarca. Se invierten los papeles, y del gobierno para el pueblo se pasa al pueblo19 para el gobierno.
http://periodicoelamanecer.wordpress.com/2014/09/28/huir-de-lo-social-volvernos-fugitivas-en-guerra/