Por Tiyako Felipe.
El pasado 22 de noviembre en diversas partes del país se celebró a Santa Cecilia, la patrona de los músicos. La colonia Santa Cecilia del municipio de Zapotitlán Tablas, en el estado de Guerrero, no fue la excepción del festejo donde los acordes y las notas musicales fueron los invitados especiales.
Hasta ese rincón de la montaña guerrerense, viajó Andrés Arias Galvez, un joven de 19 años de edad que al igual que sus compañeros de la banda “San Juan Bautista”, del municipio de Atlamajalcingo del Monte, deleitaron con sus melodías a la patrona y a los asistentes al festejo.
Andrés, es un joven que se inició en la música desde los 13 años en el coro parroquial de su pueblo, Atlamajalcingo del Monte. Su participación en la agrupación es digna de admiración dada su condición de ciego. Situación que no ha sido un obstáculo porque gracias a la ayuda de su compañero Diego Díaz, puede acompañar a la banda musical a los diversos lugares a donde son invitados.
Andrés Arias dice que es ciego de nacimiento, nadie le enseñó a tocar, aprendió a tocar los instrumentos en el coro parroquial. La música le gusta porque “le hace sentir bonito y alegría”; por eso interpreta todo tipo de canciones: baladas, rancheras y la melodía que le gusta la aprende. Uno de los retos a los que se ha enfrentado es la dificultad al caminar con el resto de los integrantes de su banda.
Para resolver el problema de ceguera que padece, su abuela y su tía lo han llevado a la Ciudad de México a recibir tratamiento, pero los resultados han sido que “hay un riesgo si lo operan”. Esta situación dice que “lo asustó mucho”, quizá porque era muy pequeño, pero posiblemente más adelante si se “arriesgue a seguir el tratamiento”.
Para Andrés su “mero mole, es tocar la flauta dulce”, y en orden sucesivo la guitarra y el teclado. Participa en un dueto musical acompañando a un requinto y cantando. Por interpretar sus canciones no cobra nada “lo hace por puro gusto”, en su pueblo ameniza fiestas o lleva serenatas.
A futuro piensa seguir adelante con la música y posteriormente formar un grupo musical en compañía de todos sus amigos. A los jóvenes de otras partes del mundo les dice que: “si les gusta tocar música -a cada quien Dios ya nos dio algo- sólo se trata de ponerlo en práctica para que los sueños se hagan realidad”.