Estamos indignados

Por: Octavio Aristeo López *

Ningún gobernante de cualquier partido político que sea tiene el derecho de odiar, ni despreciar a los ciudadanos que gobierna; si así fuera no tiene ninguna razón para gobernar sea de derecha o de izquierda; no existe ni le asiste ninguna razón en un país civilizado para gobernar.

La historia de la humanidad pone varios ejemplos de que los ignorantes, ávidos e inquietos, son capaces de cualquier cosa, de cometer actos de barbarie, como la tortura y asesinato para triunfar en política y tener poder; estos asesinos tiene la habilidad desarrollada para engañar y mentir con una vida opaca quieren sobresalir a toda costa; dan excelentes regalos, tocan bien la flauta, bailan bien en las mesas, son excelentes bufones, ese es su mérito para conseguir favores del rey o del virrey.

Por supuesto, existen seres nobles que se alimentan del conocimiento de hombres buenos, pero la mayoría de los miembros de la clase política mexicana, de hoy son malvados, sicarios, chusma de asesinos; son inconsistentes para hacer el bien a la sociedad, esto es vergonzoso.

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Movilización como parte de la Jornada Nacional convocada por los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero. Miércoles 8 de octubre de 2014. Fotografía: Tiyako Felipe.

La historia de México tiene ejemplos de gobernantes buenos y nobles con sus gobernados, tenemos el ejemplo de Luis de Velasco y Ruiz de Alarcón (1511-1564), que fue el segundo virrey de la Nueva España (1550-1564), y disminuyo el férreo control y rigor de la evangelización y explotación de los indígenas, el aplicar dos principios fundamentales: tolerancia y misericordia; e hizo posible la Universidad de México; también fue un excelente administrador un ejemplo de ello es la administración adecuada de la explotación de la mina de plata en Zacatecas; algunos historiadores señalan que libero a más 150,000 indígenas esclavizados en minas, campos de labranza y empleados domésticos; aplicaba la ley, sin temblarle la mano, que beneficiaron en el bienestar de la población que gobernaba; respetaba las leyes, no iba más allá de lo que ellas señalaban.

Era un ser humano, no un monstruo e inhumano, que gobernaba a sus gobernados; los historiadores, dicen que se le llamaba “prudentísimo tutor y padre de la patria”; sobre todo, señalan, era severo al aplicar la ley divina y humana a favor de los indígenas; esto ocasiono malas voluntades en su contra de encomendadores, oidores y oficiales reales que se opusieron por todos los medios posibles y se quejaban ante Felipe II, rey de España.

No le interesaban las quejas de los serviles del poder, aves de rapiña, ambiciosos, llenos de odio, almas corruptas e injustas; Luis de Velasco y Ruiz de Alarcón falleció siendo virrey en el antiguo palacio de loa virreyes de la Ciudad de México el 31 julio de 1564; murió endeudado, casi no había dinero para sepultarlo. Fue un gobernante amado por su pueblo, no un gobernante temido.

Maquiavelo señala, en el Príncipe: “todos los príncipes deben desear ser temidos por clementes y no por crueles.” La clemencia debe aplicarse a su pueblo no a los criminales y asesinos que gobiernan; si se es clemente con los asesinos gobernantes, que le rinden culto a la muerte, entonces, es una clemencia mal empleada, porque en el mismo texto señala Maquiavelo “que hay otros dos modos de llegar a ser príncipes que no se pueden atribuir enteramente a la fortuna o al virtud… Me refiero primero, al caso en que se asciende al principado por un camino de perversidades y delitos; y después el caso en que se llega a ser príncipe por el favor de los conciudadanos…Verdad es que no puede llamar virtud el matar a los conciudadanos, el traicionar a los amigos y el carecer de fe, de piedad y de religión, con cuyos medios se puede adquirir poder, pero no gloria… su falta de humanidad, sus crueldades, sin número, no consienten que se le coloque entre los hombres ilustres”.

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Movilización como parte de la Jornada Nacional convocada por los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero. Miércoles 8 de octubre de 2014. Fotografía: Tiyako Felipe.

Por lo que, no existe virtud ni ilustración en los gobernantes sacrificadores crueles de sus gobernados de izquierda o de derecha; arrastran la vergüenza de su traición, son traidores de la vida; por ello, sus crímenes son de lesa humanidad. En una visión flamígera: reproducen los cantos de dolor, de un pueblo que se baña con sus propias lágrimas; pueblo que va recorriendo fosas en busca de sus muertos; silencioso y melancólico; jóvenes estudiantes, que su delito fue estudiar, ser solidarios e inconformarse para tener una vida mejor.

Gobernantes asesinos, roban los rayos de gloria del pueblo; sus muertos cantan en silencio en cada corazón de mexicanas y mexicanos indignados; asesinos, traidores de su pueblo y de la humanidad; duro será su castigo; ¿Qué cara?, ¿Qué rostro tendrán ante sus hijas e hijos, nietas y nietos?; ¿Qué pensaran los familiares de estos gobernantes asesinos? Vienen relámpagos, es señal de tormenta; los refugios serán estrechos; prófugos serán de las leyes, gemirán, se torcerán en sueños; maldiciendo su tiranía y soberbia: vivirán con espasmos de sueños sangrientos en la orfandad; desnudos, con frío, agobiados, hambriento. Desesperados y amargados buscarán la muerte.

La tierra, será su enemiga, les espera un espectáculo terrible a los malditos traidores y asesinos de su pueblo; ahora, danzan en medio de la sangre derramada de estudiantes y ciudadanos; bajan ríos de sangre en varios entidades; misterioso es el camino del poder por el poder violento; que circula fuego y sangre hasta oscurecer el cielo; se escucha el revoloteo de águilas enormes que caen sobre la hoguera que estos gobernantes asesinos hicieron con la carne humana de sus víctimas. Es el espectáculo de un terrible sueño en el culto a los muertos; cruel destino de los gobiernos que asesinan a sus estudiantes y ciudadanos; cruel y sangrienta campaña de domesticar y controlar a un pueblo que lucha por una mejor vida en el manantial de la democracia.

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Movilización como parte de la Jornada Nacional convocada por los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero. Miércoles 8 de octubre de 2014. Fotografía: Tiyako Felipe.

Juventud educada, es necesaria ante la baja moralidad de los gobernantes que le rinden culto a la muerte; en el teatro nacional repiten escenas de sangre para abatir un pueblo espectador; con sus títeres y comediantes de carne y hueso sin igual; actores admirados y satisfechos desde las épocas egipcias, después griegas, hasta la construcción geométrica de la izquierda y derecha en Francia que administran las escenas de la ira del pueblo que se arrodilla y besa la tierra, ante la espantosa realidad.

En esta representación teatral; todos quieren acudir, los lugares se agotan en las filas del primer lugar, hasta existen golpes por estar adelante; el público ante tal espectáculo acude, a veces en masa; es atrayente el asesinato salvaje e infame cometido ante jóvenes estudiantes y ciudadanos que horrorizan a la humanidad y es la condenación del pueblo.

Los mexicanos no vivimos en el terror, no vivimos con miedo ante la muerte cercana, estamos y vivimos indignados ante la matanza abominable y el exterminio de estudiantes talentosos y ciudadanos que luchan por sus libertades democráticas constitucionales, y un mejor nivel de vida; fue una carnicería cruel y de ciega ferocidad propia de animales. Tener una mejor democracia en México, la cuota de sangre que está pagando es muy alta.

Los gobernantes asesinos, tal hienas, intentan con sombras envolver su crimen; ya están recorriendo un camino de odio y maldición local, regional, nacional e internacional; son enemigos de las libertades públicas de izquierda o de derecha, no quedarán impunes; tienen las manos manchadas de sangre, están condenados a caer vencidos por la humanidad ultrajada por no respetar la ciencia, la juventud y la vida de los gobernados valientes, generosos y soñadores.

La Organización de las Naciones Unidas, La Unión Europea, la Organización de Estados Americanos el Parlamento Europeo o la Human Rights Watch deben llevar a estos gobernadores asesinos, por crímenes de lesa humanidad, a la Corte Penal Internacional; que la sociedad se organice y participe para seguir limitando el exceso de poder de los gobernantes de izquierda o de derecha, que por igual insultan, golpean, asesinan, a sus gobernados y estudiantes: luchar por nuestra vida.

Estamos indignados.

*​Octavio Aristeo López es profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México.
Correo electrónico: [email protected]

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