Ernesto Arriaga
Miércoles 5 de noviembre de 2014. En el Distrito Federal y en otras ciudades al interior del país; sociedad civil, comunidad estudiantil, sindicatos, académicos y organizaciones sociales, se dieron cita en las calles para protestar con legítima rabia la búsqueda con vida de los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos ubicada en Ayotzinapa, Guerrero, el pasado viernes 26 de septiembre del presente año.
Con indignación, furor y enojo dio inicio, este miércoles 5 de noviembre, la Tercera Jornada Global de Lucha por Ayotzinapa, que daría pie a una mega marcha, en el Distrito Federal, la cual inició en la residencia oficial de Los Pinos y culminó en el Zócalo capitalino con un templete frente a Palacio Nacional, donde expusieron su sentir algunos familiares de los estudiantes desaparecidos, así como miembros de organizaciones sociales y ONG´s.
La nutrida marcha fue encabezada por la marea de camisetas y banderas rojas del Frente Popular Francisco Villa (FPFV), seguida del enojo y el clamor universitario de la Universidad Autónoma de la Cuidad de México, a la que con paso firme pero con un contingente más reducido. Se unió el nuevo partido político, Morena, con Paco Ignacio Taibo II que prendía un cigarro antes de apagar el otro. La sociedad se unió a esta jornada de lucha saliendo con pancartas, caras pintadas, rostros de coraje, banderas mexicanas monocromáticas representando luto nacional, y de viva voz, deseaban con ensordecedores reclamos “¡Porque vivos se los llevaron… vivos los queremos!”
La comunidad estudiantil fue partícipe también de paros, paros activos, y paros simbólicos en sus respectivas escuelas y facultades. Más de 115 instituciones entre UNAM, UAM, UACM, IPN, Ibero, entre otras; se sumaron a esta propuesta discutida en asambleas internas e interuniversitaria. Algunas escuelas como el COLMEX y CIDE realizaron paros de 24 y 48 horas, otras, como la Ibero, solo un paro simbólico de menos de 10 horas. Gran parte de las facultades de la UNAM y unidades de la UAM, se manejaron en 72 horas, así como el paro indefinido que mantiene el IPN desde el 26 de septiembre pasado.
¡Fuera Peña! ¡Fuera Peña!
La marcha -cuyas cifras calculó el Gobierno Federal entre 35 mil y diarios como La Jornada alrededor de 120 mil-, culminó de forma pacífica, sin intervención del cuerpo policiaco que, en marchas anteriores, tampoco se notó su presencia. Entre los cánticos y ritmos provenientes del contingente numeroso de la Escuela Nacional de Música, pasando por los repartidos contingentes de CCH´s, prepas y facultades, hasta la continua presencia en la lucha del Sindicato Mexicano de Electricistas, se unían a la misma protesta que tiene a México y a la comunidad internacional con profunda preocupación e incertidumbre sobre la desaparición forzada de estudiantes, y la presencia de una organización criminal en colusión con agentes del gobierno; más aún, revela la estrecha relación entre Estado y el narco.
Desaparición de estudiantes en Guerrero, homicidio de ciudadanos en el poblado de Tlatlaya, inoperancia y necedad gubernamental en el caso de los compañeros del Instituto Politécnico Nacional, paquete de reformas impopulares, etc., deja profundas grietas y sin sabores en apenas dos años de gobierno priísta de Enrique Peña Nieto y su gabinete presidencial.