Texto y Fotos: Patricia Trujeque / Políticas media
Durante las inmensas manifestaciones ocurridas en el mes de octubre y noviembre de 2014, en la Ciudad de México, el pincel de Gabriel Macotela se sumó a las voces de indignación social frente a los crímenes cometidos en la localidad de Iguala contra seis personas, y por la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero.
Sobre la avenida Reforma, el reconocido artista mexicano ha plasmado decenas de rostros, que desde el suelo, parecen gritar para unirse a las demandas de justicia.
“Son cuerpos, figuras, sobre todo rostros. El horror y la indignación por los acontecimientos me deja sin palabras . ¿Por qué este gobierno nos dice cínicamente que los normalistas están desaparecidos? ¿Qué hay con los otros miles de desaparecido en este país? ¿Por qué no nos hablan de los miles de muertos de este gobierno y los del anterior?”.
El color que Macotela utiliza para esta expresión plástica es el blanco, y contrasta fuertemente con el gris del pavimento. Al pasar, los grupos de manifestantes se abren para no pisar al creador, ni a su obra. No hace falta explicar. El dramatismo que el artista plasma en las caras habla por sí mismo. Algunos observan y guardan silencio. Otros aplauden.
“No sé que vamos a hacer. Los mexicanos estamos angustiados por la corrupción política en la cual está inmiscuida la policía, el ejército, el narco, los funcionarios. Creo que estamos cansados socialmente y muy tristes por lo sucedido”.
Sin embargo, sobre la gravedad de los hechos ocurridos en un contexto de violaciones a los derechos humanos atribuibles al Estado mexicano, Macotela asegura que la sociedad debe manifestar su inconformidad. “No nos queda más que protestar, estar unidos y cada día presionar para que cambie este país y esta gente del poder, asquerosa que tenemos. Creo que ahí está nuestra esperanza.”
Actualmente, Gabriel Macotela se encuentra trabajando junto a un grupo de pintores de entidades de Zacatecas, Hermosillo, Oaxaca, Chiapas, Sonora y Sinaloa, entre otras. “Los cuadros que estamos pintando llevan como tema central a los jóvenes maestros de Guerrero asesinados por el Estado. Pensamos exponerlos en espacios públicos, y donde se pueda, para después donarlos todos a Bellas Artes y al Gobierno mexicano”. En tono irónico enfatiza: “Se trata de obras de Arte que tienen su valor, de modo que pueden estar en uno de los tantos museos que tenemos, o bien, decorando edificios del gobierno. Esperamos que reciban este regalo generoso de los artistas mexicanos y enriquezca el acervo cultural de este nuestro país querido”.
A más de un mes de los lamentables hechos, a las expresiones de condena y de exigencia para que aparezcan con vida los 43 jóvenes normalistas se siguen sumando organizaciones sociales y estudiantiles de la comunidad nacional e internacional, así como, activistas defensores de derechos humanos, religiosos, el Parlamento Europeo, la CIDH y la comunidad artística y cinematográfica de Iberoamérica, entre muchas otras.
2 Comments Add yours