Por: Natali Becerra e Iván Martínez
El pasado 10 de diciembre se llevó a cabo en Lyon un campamento frente a la Prefectura como parte de las acciones que han sido convocadas por la organización Jamais Sans Toit (Nunca Sin Techo), para exigir inmediato y digno alojamiento a las más de 70 familias y 200 niños de las escuelas primarias que se encuentran en situación de calle, durmiendo en casas de cartón o dentro de vehículos.
Las movilizaciones en Lyon han crecido desde que el pasado 20 de noviembre padres de familia, profesores y vecinos ocuparon 5 colegios para que los niños pudieran pasar la noche. El movimiento comienza a desplazarse de las demandas locales a las reivindicaciones de fondo, de la exigencia por los albergues a la ocupación de edificios; del “¡Ningún niño a la calle!” a “¡Ninguna persona a la calle!”: “No sólo son 200 niños, en Lyon tenemos a más de 7,000 personas viviendo en las calles, muchos de ellos incluso contando con trabajo”, comenta una de las integrantes del movimiento mientras el Coro de los Canulars entona las históricas canciones revolucionarias de los obreros de la seda de Lyon.
Selección social dentro de la miseria.
Sin embargo, los colegios tomados son insuficientes y no satisfacen los requerimientos de alojamiento digno. Es por ello que el movimiento demanda atención inmediata para las 70 familias y los 200 niños, muchos de ellos migrantes rom “gitanos”, húngaros y albaneses.
La respuesta de la Prefectura -con quien ya han tenido 2 entrevistas- no ha generado más que indignación. René, profesor jubilado y parte del movimiento nos comenta: “Primero, la Prefectura nos dijo que estaba sorprendida porque no sabía que 200 niños vivían en la calle. Después nos dijeron que no contaban con recursos y que no podían atender a todas las familias, entonces hicieron una selección dentro de la miseria proponiendo atender a sólo una tercera parte de las familias y sólo a aquellas con madres solteras con hijos de tres a cinco años”.
Réne cuestiona la supuesta falta de recursos del gobierno “En Lyon hay suficiente dinero como para evitar que miles de personas duerman en las calles”. Lyon, en donde hace unas semanas se llevó a cabo uno de los eventos turísticos más grandes del mundo, la Fiesta de las Luces con una asistencia de 4 millones de visitantes, se ubica como una de las principales economías de Francia, junto con Paris y Marseille. Pero la mala distribución de la riqueza que caracteriza a todas las economías capitalistas se ha ido agravado con la crisis económica que enfrentan los pueblos de Europa.
“Nos dijeron que no éramos como España pero esta noche dormirán miles de franceses en las calles”
Las declaraciones del Primer Ministro francés, Manuel Valls, presentan a su gobierno como un modelo excepcional de la Unión Europea por no recurrir a las medidas de ajuste estructural implementadas en países como Grecia o España frente a la crisis económica; lo cierto es que los “pequeños recortes” al gasto público están produciendo grandes estragos en la precarización de la vida en Francia.
Los “pequeños recortes al gasto público” del gobierno de François Hollande consisten en 50,000 millones de euros hasta 2017, de los cuales 20,000 millones serán recortes sociales como las pensiones o los apoyos familiares1.
Réne es enfático al respecto: “Nos dijeron que no éramos como España pero esta noche dormirán miles de franceses en las calles”. Señala también que hoy en día las personas con trabajo en Francia pueden estar en situación de calle por la precarización del trabajo y la multiplicación de los trabajos a tiempo parcial que aumentan la pobreza.
“¡Duermen en la calle. Los edificios están vacíos. Ocupación inmediata!”.
Frente a los recortes del gasto público la precariedad y la pobreza crecen en Francia. Según los datos del INSEE2, 18,6% de los niños viven en situación de pobreza. Y sin embargo, la Prefectura de Lyon mantiene su exigua oferta para atender a tan sólo una tercera parte de las 70 familias, pero el gobierno no sólo no da respuestas claras a las demandas de alojamiento sino que también ha sostenido una política de represión a colectivos y organizaciones que han ocupado espacios deshabitados para hacer de ellos albergues, centros culturales y viviendas colectivas.
Desde hace unos meses, la Prefectura de Lyon ha dado órdenes para desalojar y evitar la ocupación de espacios que suelen estar destinados para realizar actividades político-sociales como talleres, conciertos, cine club o bien para alojar a familias que lo necesitan como vivienda.
El pasado 15 de noviembre colectivos y organizaciones lograron abrir un edificio de la calle Cazenueve perteneciente al gobierno de Lyon. Mientras la Prefectura asegura contar con buena voluntad pero no con recursos ni espacios para alojar a las 70 familias y los 200 niños, este edificio se encontraba desde dos años desocupado con 30 departamentos en su interior. Sin embargo, al día siguiente de su ocupación el edificio fue desalojado con un fuerte despliegue policiaco.
Estos desalojos forman parte de las estrategias de especulación inmobiliaria en Lyon, cuyas ganancias aumentaron un 70% en los últimos 10 años, llevando consigo un aumento constante del precio de la vivienda. Una vez más, el gobierno se sitúa del lado de los intereses de los especuladores, banqueros y arrendadores. Pero la ocupación de espacios y edificios abandonados sigue siendo una consigna del movimiento Nunca Sin Techo. Estos lugares vacíos podrían ser una solución para las familias que duermen en las calles no sólo en el invierno sino durante el resto del año. Es por ello que el movimiento convocó a una reunión el pasado 17 de diciembre frente al mismo edificio de la calle Cazeneuve ocupado y desalojado en noviembre. Las consignas del movimientos son claras: “¡Duermen en la calle. Los edificios están vacíos. Ocupación inmediata!”.
1 http://economia.elpais.com/economia/2014/10/09/actualidad/1412873987_020033.html 2 http://economia.elpais.com/economia/2014/10/09/actualidad/1412873987_020033.html