Por: Pablo Gómez.
Hace un año, el distinguido señor Carlos Alazraki publicó una columna llamada: “Carta dirigida a los mexicanos normales (como tú)”. En ésta, ponía que los “izquierdistas anarquistas”, “enemigos del progreso”, nos aprovechamos del sufrimiento de las familias de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, para “convertir a México en un gobierno autoritario”.
Si el progreso significa que, las empresas transnacionales tengan carta blanca para venir a depredar nuestros recursos y explotar a nuestra gente; en donde hay más de 55 millones de mexicanos en la pobreza, mientras uno está entre los más ricos del mundo; que con cada reforma se deje en mayor precariedad a la población; que se vendan y contaminen nuestros ríos, lagos, bosques y selvas; que la educación vaya de mal en peor; que cada vez haya más recortes sociales; entonces sí, sí somos enemigos declarados del progreso.
Lo que no somos es “comemierdas”, para ser un comemierda se necesita, como tú lo has dicho, ser un asesino -aunque hay muchas formas de matar, ya sea disparando al estudiante, explotando al obrero, marginando al indígena, abusando del campesino- pues se necesita ser parte del Estado o trabajar limpiando su mierda.
Pero el peor comemierda de todos, Carlos, es el que vende su pluma, por un plato de lentejas.
* Texto de Carlos Alazraki en “La Razón”:
http://razon.com.mx/spip.php?page=columnista&id_article=236454