Por: Manuel Hernández de Jesús.
El día de la digna memoria, así debería llamarse este día y no el día internacional de los pueblos indígenas, ya que este día es para hacer memoria, es para contar nuestras historias, nuestras luchas, nuestros sueños perdidos, nuestras tristezas y nuestras alegrías.
Un día un amigo me dijo, ustedes los indígenas como que tienen bastante memoria porque traen muchas leyendas y mitos en la cabeza. Yo le comenté que los mitos y leyendas son fuentes de conocimientos para nosotros ya que es una forma de preservar lo que somos y de contar las historias de nuestros ancestros, claro hay muchas versiones y tiene también sus exageraciones, pero es la única vía que encontraron los de antes para conservar estas historias y así no pudieran ser devoradas por las llamas provocadas por los conquistadores, en la Montaña de Guerrero conservamos los huipiles, pues son la memoria y los libros que la colonia no pudo quemar.
Así que es cierto, los pueblos originarios tenemos mucho que contar y que contarnos también, porque primero debemos de reconocernos nosotros, entablar diálogo, conocer las demandas y las luchas de los diferentes pueblos originarios de nuestro país, del continente y del mundo. El diálogo que sirva para conectar nuestras similitudes y aprender a respetar nuestras diferencias. Que el diálogo a través de las memorias nos ayude a construir alianzas para decirle al mundo que no somos pueblos aislados, nos mandaron al rincón de la historia, pero eso no significa que nos hayan desaparecido, estamos aquí pisando la tierra de nuestros antepasados, aquí donde los chamanes le rezaban a la tierra, a la lluvia, al fuego…
Que el mundo sepa que más allá de vivir en diferentes espacios somos pueblos que compartimos historias, somos pueblos que fuimos sometidos pero que ahora estamos dispuestos a tejer acuerdos y darnos las manos para defendernos de los despojos que tanto daño nos ha causado. Así que reivindiquemos las memorias históricas de nuestros pueblos, que esto nos sirva para decirle al mundo que no sólo podemos trabajar de sicarios (obra de mano barata para asesinar en el narcotráfico), de sexoservidoras, meseras, de trabajadoras en el hogar, de jornaleros, sino que tenemos nuestras propias formas de hacer arte, que también podemos construir una educación apegada a lo que somos, así como en nuestras lenguas podemos componer bellas melodías y cantarlas, que a través de la memoria podemos escribir poemas de lo que somos y de cómo nos imaginamos.
Al hacer memoria salen muchas cosas a flote y un legado que debemos aportar a este mundo globalizante y consumista es la relación de los pueblos autóctonos con la naturaleza, de cuidarla ya que es la casa de todos.
Al contar nuestras memorias le decimos al mundo que no hablamos dialectos, hablamos lenguas. Así pues, que la memoria histórica nos sirva para unirnos, para ya no ser los últimos en la fila ni querer ser los primeros, sólo caminar juntos. Que nuestras voces secretas que antes se pronunciaban en silencio ahora hay que gritarlas, hay que hacer eco de nuestra realidad, hay que desentrañar las injusticias que pesan sobre nosotros, abusos que se cometen a diario; así como no podemos dejar de hablar de la injusticia que se acaba de cometer en el estado de Guerrero, ya que se mutila una ley en favor de los pueblos originarios, el artículo 14, una ley que reconocía la CRAC-Policía Comunitaria ahora se le quita el rango constitucional y se remite su reconocimiento y jurisdicción a una ley secundaria, en donde tendrá serias limitaciones y donde quienes aprobarán la legitimidad de las decisiones de la policía comunitaria serán jueces mestizos, jueces alejados de la realidad, de las comunidades, así que hagamos memoria como pueblos originarios, nada se nos ha regalado y ningún gobierno ha sido nuestro aliado, ¿qué nos queda? La dignidad, entonces luchemos por preservarla y por seguir contando nuestras historias y memorias, que este día sea para mayor equidad, que sea un día para ir matando el machismo que nos gobierna.
Así pues que este día sirva de unión, de reflexión y de sentirnos orgullosos de lo que somos: Pueblos originarios de mundo uníos contra la explotación, el colonialismo, la pedagogía Eurocéntrica y contra el racismo.