Por Emiliano Castro.
El próximo domingo 5 de julio Grecia realizará un referéndum para que el pueblo decida la posición del país frente a la propuesta que hizo la troika de plan de pago de la deuda. Este referéndum será el desenlace de años de tensiones desarrolladas en las crisis económica y política internacionales que se desataron en 2008 y que han hallado en este país su epicentro.
La pregunta con la que se enfrentarán los votantes griegos este domingo en sus papeletas será:
¿Debería ser aceptado el plan de acuerdo que fue entregado por la Comisión Europea, el Banco Central de Europa y el Fondo Monetario Internacional en la reunión del Eurogrupo del 25 de junio que comprende dos partes que constituyen su propuesta unificada?
El primer documento titulado “Reforms For The Completion Of The Current Program And Beyond” y el Segundo “Preliminary Debt Sustainability Analysis.”
❑ No aprobado / No
❑ Aprobado / Sí
De principio, lo único que se está sometiendo a referéndum es, si se aceptará la propuesta actual de la troika o no (expresada en los citados documentos que pueden consultarse en http://goo.gl/QIZZ1Z).
En los últimos días, el primer ministro griego Tsipras ha insistido una y otra vez en que, si el resultado del referéndum es un “no” a la propuesta de la troika, esto sólo implicaría buscar una nueva negociación con los diferentes acreedores; aunque no ha terminado de aclarar cómo se lograría esta nueva negociación. Estas declaraciones son una evidente respuesta a los temores de que el triunfo del “no” implicaría una salida de la Unión Europea. Si bien es innegable que estos temores han sido fomentados por los opositores a la posición de SYRIZA, no se puede decir que sean infundados.
Lo que subyace al referéndum es un punto de quiebre con la política internacional de asfixia que viene oprimiendo al pueblo griego desde hace al menos 7 años. Un voto por el “no” es un “ya basta” a las políticas de austeridad que se venía expresando desde 2008 bajo la forma de una nueva corriente de protestas, huelgas generales, expropiaciones, control obrero y finalmente, como el creciente apoyo a SYRIZA; volveré sobre esto más adelante.
Desde esta perspectiva, hay mucho más que, sólo euros detrás del voto del domingo. Existen dos grandes corrientes políticas que se juegan el destino griego y determinarán la situación internacional. Por ello vale la pena prestar atención a las distintas aristas de este auténtico acontecimiento, aquí me permito tratar algunas.
Las encuestas
Si una decisión tan delicada está en manos del pueblo griego, valdría la pena empezar por ver qué es lo que los griegos opinan. Aquí entramos en la primera complicación en el panorama. Desde que el referéndum se anunció el 27 de junio, los sondeos han mostrado una oscilación significativa entre el “sí” y el “no” durante esta semana.
Universidad de Macedonia: (2 de julio)
Sí 42.5% No 43% Indecisos 14.5%
Alco: (30-1 de julio)
Sí 44.8% No 43.4% Indecisos 11.8%
ToThePoint: (29-30 de junio)
Sí 37% No 40.2% Indecisos 22.8%
ProRata: (resultado final, 28-30 de junio)
Sí 33% No 54% Indecisos 13%
ProRata: (después del cierre de los bancos del lunes 29)
Sí 37% No 46% Indecisos 17%
ProRata: (antes del cierre de los bancos del lunes 29)
Sí 30% No 57% Indecisos 13%
Fuete: http://www.electograph.com/p/special.html
Con todas las salvedades metodológicas que podemos tener en cuenta, podemos ver cambios significativos en la opinión entre el “sí” y el “no”. Hay cambios comprensibles como el 29 de junio después del cierre de los bancos, pero también pueden ser reflejo de las presiones y declaraciones de los distintos actores en los últimos días. Otra cuestión a considerar, es el significativo número de indecisos que alcanzó más allá del 20%.
A pesar de que, hasta ahora, los sondeos dan como resultado que es probable que el domingo gane el “no” en el referéndum se perfila que el margen de diferencia no será muy grande, y la posición adoptada por los votantes indecisos puede hacer una gran diferencia en el desenlace de la votación. Finalmente, lo que podemos extraer de estos números es lo complejo que se está volviendo tomar una postura en el actual panorama, subrayando esto el talante de la decisión en cuestión.
Ahora bien, a estos números hay que agregar los resultados de dos encuestas realizadas antes de que el referéndum se anunciara. En ambas encuestas se preguntó si la gente apoyaría que se llegara a algún acuerdo con los acreedores. Vale resaltar que, para este momento aún no eran públicas las condiciones de la propuesta de la troika actualmente en pugna.
Los resultados de estas encuestas arrojaron:
En favor de un acuerdo con los acreedores.
Kapa Research:
Sí 47.2% No 33% Indecisos 19.8%
Acuerdo o ruptura.
Alco:
Acuerdo 57% Ruptura 29% Indecisos 14%
Fuete: http://www.electograph.com/p/special.html
Estos números muestran que del poco más de 40% que se pronostica votará por el “no” al presente acuerdo propuesto por la troika, hay alrededor de un 30% que no aceptará ningún acuerdo con los acreedores. Este 30% seguro implicará problemas para el gobierno, si es que gana el “no” pero se alcanza alguna otra negociación con la troika y ésta no se considerada favorable.
¿Quiénes apoyan el “no”?
Pocas horas después de que Tsipras anunciara el referéndum, el parlamento lo ratificó con al menos 179 votos de los 300 parlamentarios. Si bien dicha ratificación no es sorprendente ya que sólo requería de mayoría simple y SYRIZA tiene 149 de los 150 más 1 votos requeridos para alcanzar dicha mayoría, lo sorprendente es la distribución de las votaciones parlamentarias.
Mientras que Néa Democratía, segunda fuerza, hizo bloque con el PKK, el PASOK y To Potami para oponerse al referéndum y, tácitamente, apoyar la propuesta de la troika; SYRIZA hizo bloque con Amanecer Dorado (partido de extrema derecha con un marcado corte fascista y que es tercera fuerza) para apoyar el referéndum.
Esto es importante porque las votaciones en el parlamento reflejan las bases sociales de cada uno de los partidos y sus compromisos de clase. Mientras que el bloque que se opuso al referéndum lo hizo desde una marcada posición pro-europea, por un motivo u otro tanto SYRIZA como Amanecer Dorado adoptaron una posición más cercana a los deseos del pueblo griego.
Si bien es imposible equiparar completamente las relaciones, vale decir que, la relación de porcentajes entre el “sí” y el “no” en el referéndum es proporcionalmente parecida a la relación porcentual en las votaciones entre la primera y la segunda fuerza en el parlamento (SYRIZA y Néa Democratía).
Mientras que, en el referéndum se estima un 42% para el “Sí” y un 43% para el “no”, SYRIZA obtuvo un 36% de las votaciones de febrero contra casi un 28% de Néa Democratía. Esto resalta que lo que hay detrás del referéndum son dos grandes corrientes políticas, una pro-europea que está dispuesta a seguir con los planes de austeridad impuestos por la troika, una corriente defendida por los viejos partidos (la mayoría fundados en 74 al calor de la tercera república, aunque el PKK remonta su historia a 1918); y, por otro lado, una corriente que dice “no” a seguir con los planes de austeridad de la troika y que es representada principalmente por SYRIZA, un partido de reciente fundación y desarrollado al calor de la crisis.
Ahora bien, vale mencionar que dentro de esta última postura hay un sector radical que no sólo dice “no” a la actual negociación propuesta por la troika, sino que se opone a toda negociación con los acreedores (como vimos arriba). Y las encuestas muestran que este sector no es pequeño y que probablemente representa la mayor parte del voto por el “no” esperado para el domingo e incluso la mayor parte del voto de SYRIZA.
No es demasiado aventurado suponer que si el 30% se opone a cualquier negociación con los acreedores, el “no” en el referéndum espera un voto del 43% y SYRIZA llegó con un 36.3% a ser primera fuerza; que estos votantes se traslapen, o sea, que sean los mismos votantes.
Ahora bien, queda aún por ver qué rol están jugando Amanecer Dorado y su agenda política dentro de esta corriente opositora a la troika y qué repercusiones a nivel nacional e internacional tendrá la posición de esta corriente dentro del referéndum.