Por José Luis García Hernández*
Primeros apuntes.
A lo largo de las últimas semanas el magisterio ha demostrado al gobierno federal que la fuerza no puede detener una lucha cuando su causa es justa. El día de ayer, 17 de junio de 2016, la Marcha Nacional Magisterial Popular convocada en la Ciudad de México en defensa de la educación pública fue, nuevamente, prueba de ello.
Organización, compromiso, claridad política y determinación son sólo algunas lecciones políticas que el magisterio compartió el día de ayer; una marcha sin un solo incidente e ignorando las provocaciones por parte de la autoridad.
Se hace evidente el apoyo y solidaridad de amplios sectores de la sociedad de diferentes clases sociales; no un apoyo discursivo, sino real, concreto. Miles de familias, estudiantes y clase trabajadora formaron una valla humana a lo largo y ancho de la avenida Reforma con dirección al Zócalo capitalino haciendo evidente su apoyo y respaldo a una lucha digna.
Una solidaridad que se observa a través del ofrecimiento de alimentos y bebidas y de la prestación de servicios médicos y sanitarios, no sólo en el campamento de la Ciudadela en la Ciudad de México, sino de igual forma en Chipas, en Oaxaca, en Guerrero y en Michoacán. Esta solidaridad está agrietando poco a poco el cerco mediático que desde las clases dominantes se está imponiendo.
Las profesoras y los profesores nos enseñan que la rebeldía es el camino ante las injusticias, las imposiciones, la criminalización y la represión. Es el camino ante la cerrazón de un gobierno que trata de imponer por todos los medios posibles una reforma laboral, disfrazada con el adjetivo de “educativa”, que lo único que pretende es precarizar aún más la labor docente.
Ser rebelde frente a un gobierno autoritario, la mayor lección de vida compartida por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
* Estudiante de la maestría en Sociología Política del Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora. Licenciado en Relaciones Internacionales por parte de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.