* Mtro. Nahúm Pérez Monroy
Este jueves 6 de septiembre el periódico Excélsior publicó un artículo de Marcos Muedano intitulado: “Operan 40 grupos de porros; invaden planteles de la UNAM”. (Ver: https://www.excelsior.com.mx/nacional/operan-40-grupos-de-porros-invaden-planteles-de-la-unam/1263257).
A primera vista, dicha nota parece una investigación periodística que tomando como base la reciente agresión contra estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades, finge dar al lector una radiografía de los grupos de porros existentes en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Sin embargo, la verdaderas intenciones de la nota han sido completamente opuestas: confundir a las decenas de miles de estudiantes que en días recientes han salido a marchar, calumniar a las organizaciones que históricamente se han identificado con el movimiento estudiantil al equipararlas con los grupos porriles; y de paso, intentar mancillar la lucha que muchas generaciones de universitarios han dado en el pasado por la defensa de la universidad pública y los derechos democráticos de la juventud.
Al iniciar su texto, Marcos Muedano nos informa que teniendo como fuentes a la Secretaría de Gobernación, el Gobierno de la Ciudad de México y de la UNAM “se tiene identificada la presencia de hasta 10 grupos porriles” en la Máxima Casa de Estudios. Con este telón de fondo, el también articulista se dedica a mencionar una larga lista de organizaciones porriles con presencia en el bachillerato y escuelas superiores de la UNAM, cosa que no representa ninguna novedad para los universitarios. Pero estos párrafos, son sólo la antesala de una burda calumnia con la que el articulista ha decidido cerrar su nota bajo el subtítulo: “Identifican a más agresores”.
En esta última parte, Marcos Muedano escribe que: “Veteranos de la huelga de 1999-2000 regresaron a la UNAM, pero ya no como activistas, sino al frente de grupo de porros que protagonizaron la golpiza contra manifestantes en Rectoría… También quedo documentada la presencia de Mario Benítez, Gilberto Ramírez Toledano y Nahúm Monroy, también activistas de la vieja guardia del CGH”.
Como politólogo, académico, militante y activista universitario rechazo categóricamente los calumnias que el señor Muedano y sus informantes intentan deslizar descaradamente en contra mía y la organización a la que pertenezco, las Juntas Defensivas Universitarias, organización socialista de jóvenes y trabajadores ampliamente conocida en el movimiento estudiantil. Por lo tanto, lo emplazo públicamente a presentar las pruebas de sus tontas acusaciones o a retractarse de ello en los siguientes días.
Señor Marcos Muedano: su burda calumnia no puede engañar a los verdaderos universitarios. ¿Cree en verdad que los estudiantes ignoran las causas y resultados de la heroica huelga de 1999-2000?, ¿usted y sus jefes piensan que de esta forma podrán evitar que tengan contacto con quienes ayer defendieron la gratuidad de la Universidad? Resulta particularmente curioso que al hacer una investigación sobre los grupos porriles se haya restringido a consultar estrictamente fuentes gubernamentales, pero ni por asomo se le haya ocurrido indagar lo que los propios estudiantes, profesores y trabajadores de la UNAM piensan. ¿Por qué?
Durante toda mi trayectoria como universitario jamás ha existido un sólo hecho del que tenga que avergonzarme o esconderme. He defendido a la universidad pública abiertamente y he luchado constantemente por su democratización y por la erradicación de todos los grupos de choque dirigidos y patrocinados desde aparato gubernamental. Esto es sabido por cientos de estudiantes, profesores y trabajadores de la UNAM que me conocen y con los que hoy como ayer, seguiré luchando con la frente en alto.
No es para nosotros desconocido que la obscena provocación lanzada el día de ayer desde las páginas de Excélsior es también un intento desesperado del gobierno y quienes se encuentran detrás de los grupos de porros por contrarrestar la creciente popularidad que las ideas de las Juntas Defensivas Universitarias (www.juntasdefensivasuniversitarias.wordpress.com), han empezado a tener entre los estudiantes movilizados.
Sus infundios descarados no pueden por tanto impedir que las decenas de miles de universitarios que han salido a marchar, cobren conciencia de las causas más profundas del porrismo. ¡La actual lucha estudiantil ha surgido precisamente porque las y los jóvenes desconfían de las instituciones que durante años lo han reprimido y les han dado la espalda! ¡Es una generación harta de los feminicidios, la violencia, la falta de oportunidades educativas y el desempleo! ¡Es una generación que guarda memoria de los responsables de la masacre de Tlatelolco y que sabe bien quienes pertrecharon y dirigieron a “Los Halcones” de 1971! ¡Es una pléyade de jóvenes universitarios que recuerda a los 43 normalistas de Ayotzinapa y exige su presentación con vida! ¡Es una generación que muy seguramente saldrá en los siguientes días a marchar con el pueblo de Atenco contra el pretendido Nuevo Aeropuerto que los despoja de sus tierras!, ¡Son jóvenes dispuestos a luchar por un país que este sistema es incapaz de otorgarles!
Señor Marcos Muedano: usted como otros tantos articulistas a sueldo, podrán seguir lanzando mentiras e insidias sin sustento. Cada que un nuevo movimiento universitario se ha levantado desde 1968 ustedes así lo han hecho; sin embargo, hoy como ayer no podrán impedir que siguiendo las tradiciones del movimiento universitario, los jóvenes salgan a las calles, se abracen con el pueblo trabajador y recuperen su legado histórico.
*El Mtro. Nahúm Pérez Monroy es articulista de Políticas Media, en donde ha colaborado con la claridad de sus ideas y trayectoria académica, pero sobre todo con su experiencia dentro del movimiento estudiantil, al abordar uno de los temas más importantes en la historia de la Universidad Nacional Autónoma de México: La Huelga de 1999-2000, por la gratuidad de la educación en la UNAM. Como medio independiente, que nace en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, hacemos un enérgico llamado al gremio periodístico a informar con veracidad y ética profesional.